La Libertad Es Una Ilucion
jeanpierrehch2 de Noviembre de 2014
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La libertad es una ilusión
Día a día vivimos cuestionando el porqué de las cosas, y en cuánto tenemos un tiempo a solas, lo utilizamos para encontrarnos con nuestro yo interno y es ahí cuando comenzamos a filosofar, y a hacernos preguntas como por ejemplo, ¿Qué es la libertad?, ¿Existe realmente?, ¿Dónde comienza y dónde termina mi libertad?, etc.
La pregunta más destacada es ¿Existe realmente la libertad?, esta es una interrogación de alta complejidad y la que todos nos hemos preguntado, más aún entre filósofos. Pero antes de intentar responder esta pregunta debemos definir la palabra libertad. La libertad es un concepto abstracto, es decir no lo podemos apreciar con nuestros cinco sentidos, no se ve, no se toca, no se come, no se escucha, ni se huele.
La libertad, tiene un significado tan simple, que abarca un tema muy amplio, pero esta simplicidad nos pone en una discusión de nunca acabar, libertad básicamente es el derecho y facultad, que tiene la persona para elegir su forma de actuar frente a la sociedad, sin embargo no estamos siendo libres completamente, ser libre es hacer lo que tu deseas, pero no lo realizamos porque existen parámetros que cumplimos; las leyes del estado, la moral, normas religiosas, etc. Actuar como deseamos es ser libre, sin temer a lo que puedan decirnos o hacer con nosotros, ahora la pregunta es ¿Somos realmente libre?
La sociedad piensa que es libre, ya que se basan en que no ser libres es trabajar más de 8 horas, estar obligados a hacer lo que terceras personas lo ordenan, pues lo estamos haciendo. La iglesia, el estado y la sociedad nos imponen reglas que debemos cumplir. Somos presos de nuestras propias ambiciones y creencias, pero en nuestra mente sentimos erróneamente que somos libres, porque nos basamos en épocas antiguas o de la edad media donde una persona era propiedad de otra con mayor poder económico o político, sin embargo ahora no hemos dejado de ser libres, a veces una persona no actúa como desea por el miedo de ser castigado o mal visto. Seguimos leyes que el estado impone que quizás a la mayoría no les guste, o normas que los tipos de religiones y culturas da.
En conclusión, la libertad es un tema muy amplio, que quizás el concepto suene duro, o drástico para algunos, pues simplemente la libertad es una ilusión que el mundo nos hace creer que vivimos. Somos prisioneros de la ambición, el dinero, de las reglas y de la sociedad. Todos sentimos que somos libres, pero estamos viviendo en una ilusión de libertad, ya que estamos acostumbrados a seguir los parámetros que nos impone la sociedad. Todos los días escuchan, se honesto, se bueno, pórtate bien y lo más irónico de esto, es que todo este discurso vacío obedece a conductas aprendidas por los mismos seres humanos, y pasadas entre ellos por generaciones para lograr una supuesta convivencia armoniosa.
La libertad es, tomar decisiones o realizar un acto sin ninguna prohibición. Según el diccionario de la RAE: “el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva”. Entonces, aquello que permite al ser humano decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos. ¿Somos realmente libres? Pues no, la libertad no existe, solo basta ver a las personas vestidos de gris, con poco dinero en los bolsillos yendo a trabajar, o temer hacer algo que está mal visto por la sociedad. Ciertamente somos esclavos de todo, por más que lo neguemos, somos esclavos de nuestras propias ambiciones, el dinero, la fama y la tecnología. La libertad es algo que solo está en nuestra mente, en este mundo existe una ilusión de la libertad algo que nosotros pensamos que somos, libres. Los únicos que serían casi libres son los niños, ellos no tienen miedo de decir lo que piensan, se preocupan en solo divertirse, claro que también tienen normas que al ya tener uso de razón le enseñan; no robes, no mientas porque Dios te castiga o no hagas nada malo porque te castigo. Incluso en los colegios te imponen normas que debes cumplir, de no ser así te amonestaban o hasta expulsaban. Para la mayoría es tentador romper con las reglas, pues la verdadera libertad se consigue al derrocar estos falsos conceptos creados por el hombre como bien y mal, ética y moral. Sobre esto Mata y Fontanet (p. 233), sostiene que “la libertad, está de acuerdo con las leyes generales de la naturaleza y con la naturaleza del hombre. Ser creado y dependiente, limitado y relativo, no puede de ningún modo tener atributo alguno que no esté conforme con esas condiciones”.
Todos están presos de su moral, de su falsa ética y falsa religión. La verdadera libertad se consigue al derrocar estos falsos conceptos creados por el hombre como, bien y mal. Todas esas ataduras creadas por almas débiles, para mantener el control dentro de un corral a otros. Ronchi (p. 18), afirma que “la libertad no existe, porque nos encontramos envueltos entre los anillos de una serpiente que, como el camaleón, cambia de color según varían las épocas y los acontecimientos”. Pero cuantas veces no han deseado hacer algo, pero se han detenido por el hecho de que saben que está mal hacerlo, aunque lo desean con toda el alma, no pueden porque les importa que pensaran los demás de ustedes. Sin embargo esas personas que juzgan a otras por hacer cosas malas, se mueren de ganas por hacerlo, en el fondo mientras más recta es la persona, más negro puede ser su ser interno. Mientras más blanco más negro, mientras más negro más blanco.
Toda esa falsa bondad, les impide llegar más lejos, les impide tener el trabajo que quieren, porque no quieren hacer caer a su jefe y les impide tener el país que quieren, porque no se atreven a desobedecer a las autoridades. Ser libre es decir; yo tomo lo que quiero sin importarme nada. Quizás suene egoísta pensar en uno mismo y no en los demás, pero el egoísmo no es malo, es solo una propaganda que le hacen. Ciertamente si somos más egoístas seriamos mucho mejores a lo que somos ahora, seriamos mucho más fuertes y ricos. En la escuela, en la iglesia y en los hogares siempre dicen, sean buenos, sean humildes, entonces si son buenos, son tontos y si son humildes son pobres.
Todos estamos sujetos al destino, a la fatalidad. Ese destino gobierna nuestras vidas y hace que cualquiera de nuestras decisiones carezca de peso a la hora de regir nuestras vidas. Lo único que podemos hacer es contentarnos con aceptar aquello que el destino nos tenga reservado y no tratar de cambiar aquello que no se puede cambiar. No podemos elegir lo que nos ocurre pero sí la forma de afrontarlo. Existe por tanto una cierta libertad en el ámbito de la actitud, más que en el de los actos. El mundo y la religión nos imponen una cierta realidad que no podemos, ni debemos cambiar. La única salida es, aceptar sin tristeza, ni alegría las reglas e ideas que nos impone el mundo, ya que, es muy difícil o imposible cambiarlo. La libertad esta limitada, pues la existencia de límites justifica la inexistencia de libertad. Nadie es libre, se tiene o no libertad de expresión, de culto, etc. Popper menciona la inexistencia de libertad mediante una metáfora: “Una formulación muy hermosa que, creo, procede de América es la siguiente: alguien que ha golpeado a otro afirma que sólo ha movido sus puños libremente; el juez, sin embargo, replica: La libertad de movimiento de tus puños está limitada por la nariz de tu vecino”. En ninguna parte del mundo los ciudadanos tienen libertad para no respetar la ley porque en ese caso deberían hacerse cargo de las consecuencias, ser encarcelados, pagar multas, etc. Desde el punto de vista político, el Estado, en una sociedad democrática, es el primer poder que limita la libertad y a la vez la garantiza; porque si no hay estado de derecho no hay libertad. Sin leyes sólo habría más violencia y más miedo. Una problemática es saber si, somos libres eligiendo nuestras propias opiniones. El hombre piensa que tienen opiniones propias, pero no piensan por qué piensan como piensan y por qué desean o quieren lo que quieren, porque la voluntad no puede ser fruto del azar sino de una causa. Bergson afirma que “somos libres cuando nuestros actos surgen de nuestra personalidad, son fieles a ella, la expresan y la definen”. Estar libre es, depender de lo que se es, libertad es todo acto que surja del interior de la persona, que tenga su marca|, algo que no sea por condiciones ni reglas y mucho menos costumbres pero sí que salga del yo interior, algo que en realidad desea hacer. Pero más importante que la libertad es la liberación, que implica una tarea y un objetivo, ser cada vez más libres. La liberación es la sabiduría.
Nosotros por lo tanto, no somos libres, andamos dependiendo de la sociedad, el que pensaran los demás de mí, o temo ser castigado por Dios. Incluso desde muy niños, en la escuela nos obligaban a cortarnos el cabello, algo que por cierto no soportaba, pero teníamos que hacerlo, ya que si rompíamos con esa regla terminaban sancionándonos o hasta no dejándonos entrar a clases. Como también teníamos que cumplir las normas de convivencia que supuestamente nosotros poníamos, pero que en realidad nos inculcaron a hacerlo. En los hogares incluso, no se podía hacer nada fuera de la reglas, esto sería un mérito para que nos castiguen, a veces por error o curiosidad natural de la persona terminábamos rompiendo las reglas. Ese miedo al realizar dicho acto nos embargaba por completo, pero sin embargo nuestros mismos familiares terminaban rompiendo dichas reglas. Que caso sirve estar prisionero de una falsa moral, cuando otras terminan rompiéndola, pues libertad es hacer lo que te gustaría
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