La actividad de la filosofía

Porque la filosofía brinda un camino seguro para darle sentido a la vida. Interrogarse por las cuestiones fundamentales (¿quién soy?, ¿qué hago aquí?, ¿qué están haciendo los demás aquí?, ¿cómo es que se ha llegado a este punto?, etcétera) y encontrar una respuesta parcial, es la actividad de la filosofía.

Sin embargo, no basta con preguntarse eso. Antes, cuando el ser humano vivía en el campo y en los bosques, la mera pregunta era ya un avance. Ahora, en esta época, con más de cinco mil años de historia escrita (pienso en los egipcios como iniciadores de la escritura), el estudio de la historia y de la actividad de otros hombres sobre la faz de la tierra (libros, arte, técnicas, historia de las ideas, etcétera) es la gran ventaja que tenemos para desarrollar una filosofía que nos ayude a encontrar un sentido a la vida.

En filosofía no hay nada definitivo, pero eso no es un problema que debiera ser impedimento para adentrarse a investigar. En filosofía todo es provisional mientras el sujeto humano pensante no haya conseguido ver el todo. Hay que abrevar en el conocimiento de los otros, hay que constrastar lo que dicen los otros con nuestra experiencia personal, hay que investigar nuestra circunstancia sin miramientos de ninguna clase.

Una sugerencia para comenzar a filosofar: olvídate de Dios. Concéntrate en el estudio de la filosofía sin detenerte demasiado en Dios en un principio. Eso te ayudará a darte cuenta que casi todo lo que ha conducido a la situación actual, a tu circunstancia actual, es obra del hombre y del mero y caprichoso azar. Cuando hayas visto la red de causas y efectos, concentrate ahora sí en Dios. Entonces te darás cuenta de que no existe y, si existe, su presencia en los momentos importantes (en los cataclismos, en los terremotos, en los incendios, en la vida del que allá afuera está muriendo por consumir más droga), ha sido nula: es como si no existiera.

Te doy otra recomendación: apegate al método científico. Observa, haz hipótesis y después investiga. No ocultes ni soslayes el conocimiento que te sea incómodo. En filosofía, el único que obtendrá una respuesta verdadera serás tú, así que no te mientas ni falsees la información que tienes.

Durante un tiempo, tendrás respuestas parciales. Pero si sigues investigando, nutriéndote de conocimientos, comprobando tus teorías, llegará el momento en que verás eslabonarse un conocimiento junto al otro en una red que sostenga todo.

¿Qué hay al final de la filosofía? Bueno, yo lo sé. Te lo podría decir. Pero el asunto de la filosofía es labor de cada quien.

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