La apología de Sócrates

                        La apología de Sócrates

Este ensayo trata del libro la apología de Sócrates, en el que se juzga a Sócrates por distintas acusaciones hechas por Meleto y como él se defiende en este juicio, defendiéndose con lo que mejor sabe hacer, dialogar.

Él intenta convencer a los jueces que todas las acusaciones hechas en su contra han sido malinterpretadas, pero nunca faltando a su ideología, la cual era lograr convencer a través del dialogo. En este libro se narran tres acusaciones, formales e informales hacía Sócrates, indagar sobre el cielo y los cuerpos azules, convertir el argumento más débil en el más fuerte y enseñar a otros lo mencionado en las otras dos acusaciones.

Uno de los argumentos que Sócrates habla es que lo acusan por no creer en dioses y corromper a los jóvenes, él se defiende diciendo que Meleto afirma que Sócrates enseña que hay ciertos dioses. Esto hace que la acusación de Meleto no tenga sentido, ya que, para que enseñe que haya ciertos dioses, debe creer que existen. Es aquí cuando Sócrates dice lo siguiente “Sócrates comete delito al no creer en dioses, pero creyendo en dioses” (apología, 27a). Diciéndole a los jueces que Meleto se contradice con su acusación por lo que termina siendo una falsa acusación.

Sócrates llega a la conclusión de que el único sabio es en realidad Dios, por lo que para él su sabiduría en la tierra no era nada, es por esto, que muchos jóvenes, los que disfrutaban de más tiempo libre, por lo tanto, de las familias más ricas lo empezaran a escuchar y a reunirse con él. Por lo que esta fue otra de las acusaciones que se le hizo, corromper a los jóvenes, pero él se defendió diciendo que lo empezaron a seguir pues les divertía escucharlo como sometía a examen a distintos individuos que él consideraba sabios, someterlos a exámenes que se explicaran más adelante en este ensayo.

Otro punto que Sócrates habla es que él, sí llegase a corromper a los jóvenes, lo hace involuntariamente, y al hacerlo involuntariamente no deberían acusarlo, sino más bien enseñarle y reprenderlo en privado, dado que, si él aprende, dejaría de hacer aquello que hace involuntario.

Por otro lado, todas estas acusaciones que se le hacen a Sócrates son por envidia y odio, él al saber lo que había dicho el oráculo de Delfos sobre su sabiduría, nunca dejo de preguntarse y buscar respuesta de cómo él era el más sabio de todos. Lo que lo llevo a preguntarle a los más sabios y darse cuenta de que él sí era más sabio que todos ellos, ya que, ellos saben creen algo, aunque no lo saben, pero él no lo sabe, pero tampoco cree saberlo.  

Si Sócrates hubiese sido un hombre más sereno, un hombre que no hubiese llamado tanto la atención de los jóvenes, nunca se le hubiesen hecho estas acusaciones. Pero como Sócrates era un filósofo, siempre se cuestionó lo que le decían y no podía dejar de buscar una respuesta. Esto lo llevo a ganarse el odio y la envidia de muchos otros sabios, que se creían más sabios que Sócrates, pero no lo eran.

Para mí lo que siempre estuvo buscando Sócrates fue la sabiduría, el filósofo es un amante de la sabiduría y esta es un conocimiento que va más allá de la ciencia. Es por esto que Sócrates al enterarse lo que había dicho el oráculo de él, nunca dejo de buscar una respuesta para ver si era cierto o no, preguntándole a los que consideraba más sabios, como pintores, artesanos y poetas, llegando a entender por qué la pitonisa había dicho eso.

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