La arquitectura de las no cosas

LA ARQUITECTURA DE LAS NO COSAS

INTRODUCCION

El objetivo fue correlacionar la tesis planteada por Byun Chul Han y su enfoque sociológico con la arquitectura y el diseño Y vincular la digitalización causante de la desmaterialización y descorporalización, con el espacio habitable actual. Gracias a la deconstrucción, se logra establecer un autocercioramiento de la correlación de la llegada de la era digital y sus problemas en nuestro espacio habitable para así dar una propuesta de valor que logre mejorar la habitabilidad.

DESARROLLO

Byun Chul Han en su tesis de las no cosas, quiebras del mundo de hoy, plantea la llegada de la digitalización, la información pos factual y con ella la desmaterialización del mundo. Esta nueva era supone un cambio de orden terreno a orden digital, la información se pasa por libertad, ofreciendo estímulos temporales. No manejamos las cosas, ya no son narrativas, solo adiciones; cambiamos lo tangible, lo duradero, que estabiliza la forma humana (Hannah Arendt) por la experiencia fugaz; Estamos encausados en el frenesí de la comunicación que olvidamos la importancia del silencio. Tal violencia causa el desuso del juicio crítico, la cual recae solo en algoritmos. El pensamiento es el oficio manual (Heidegger), nos da acceso original al ser y nos abre el mundo, es característico del orden terreno; compuesta por las cosas, estas contienen al ser, sirven como estabilizador de este (Hannah Arendt).

La arquitectura es resultado de nuestra sociedad, al igual que esta, es resultado de la arquitectura. La digitalización de la que nos plantea Han nos autocerciora de nuestra arquitectura, donde deja de importarnos lo que contiene al ser, y lo que este contempla; estamos acostumbrados a lo temporal, a lo volátil, apreciamos más los estímulos de asombro, lo que hace “ruido”; atascados de información sin dejar espacio a la contemplación y habitabilidad. Estamos ante una arquitectura sin concepto, que ya no visibiliza al mundo, solo adiciona, se consume y luego deja de ser con el tiempo. El humano ya no actúa en la arquitectura, tiene carácter lúdico, que consta en elegir de acuerdo a los algoritmos de la información. Dejamos de lado el lugar del pensamiento que da estabilidad a la existencia humana. La arquitectura ya no hace silencio, dejo de ser un polo de descanso de la vida, en cambio aprendió a hacer ruido. Al igual que la digitalización nuestra arquitectura es predecible, calculable, con un concepto en base a patrones, y una inteligencia maquinal, carente de eros.

Esta rotura del vínculo entre el ser y su espacio habitable, hace que estemos comunicados, conectados, pero no vinculados. Sobrevivimos en espacios necesarios, consumibles y superficiales. Sin darnos cuenta que nuestro espacio está sujeto a base de algoritmos, causando perdida de autonomía, pertinencia; y carencia de ritos, de tiempo habitable. Con la llegada de la digitalización, existe una pérdida de este, dejamos de dar significado, y estamos atascados de información. Dejamos a un lado la experiencia del espacio, por los ruidos de la hipercomunicación, caracterizado por mantenernos comunicados, conectados, pero no vinculados.

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