La familia es una red primaria para cualquier etapa de la vida

La familia es una red primaria para cualquier etapa de la vida, ya que es en esta donde nos forman con valores de la sociedad en que vivimos, conforma el núcleo en el cual se desarrolla y reproduce la misma. El hombre siempre ha buscado la manera de estar en sociedad y por eso a buscando la manera de llegar a esta en distintas épocas. Podemos definir el término de familia con Segalen que dice que es una institución flexible que al hilo de los cambios sociales va readaptando sus formas, funciones, papeles y resistencias. Desde luego, la ética, la biología, la psicología y la ciencia jurídica tienen sus propias consideraciones sobre la realidad familiar, y desde sus ámbitos debe reconocerse que en algunos casos sus puntos de vista son más trascendentes y profundos que los de la sociología.

En efecto, se encontrarán diferentes aspectos que componen a la familia desde el punto de vista de la sociología, en donde se abordaran cuestiones referidas a el cambio que se ha dado a través del tiempo en la familia, el divorcio, la relación de los miembros de esta y la importancia de cómo la familia todavía en el presente se mantiene para organizar la supervivencia y bienestar de sus miembros.

Existen diferentes aspectos en los cuales la familia se encuentra inmerso, uno de estos aspectos es en el que la iglesia y el estado han ejercido cierto poder sobre la estructura y dinámica de la misma, así como en la política. Esto ha creado un gran cambio en la sociedad actual, ya que ahora encontramos diferentes ideologías, en las cuales ni la iglesia ni el estado es quien los rige y no se basan solo en esta para construir la familia. Otro rasgo diferente de la familia es el que desarrolla Alberdi (1999a), en donde plantea que debido a la democracia que ha ido aumentando en el país, también ha aumentado la democracia en la familia; donde sus proyectos familiares ya no se centran en la supervivencia sino buscar su felicidad.

No podríamos decir que se encuentra una crisis en el núcleo de la familia cuando se distribuyen los cargos domésticos o discrepancia entre ideales, o cuando encontramos una negociación en los roles que en esta se desempeñan. El hecho de que se tenga una nueva ideología en la que se abarca el retraso del matrimonio y la preferencia de no tener hijos para no tener el sacrificio de criarlos, no quiere decir que no se quiera formar una familia, sino por el contrario los jóvenes quieren primero capacitarse, es decir estudiar lo suficiente para tener un trabajo estable e ingresar en el mercado laboral y poder conformar una familia que tenga acceso a una vivienda, lo cual implica tener un buen capital, para que esta no se encuentre en situaciones de carecer algún bien necesario para el bienestar de esta.

Se encuentra un gran cambio en la estructura de las familias; en la zona rural empiezan a formarse familias uniparentales debido a la vejez y el desplazamiento que sufren estas por diferentes motivos como los grupos armados, o por buscar un futuro prometedor; en el núcleo urbano se forman familias nucleares con escasa presencia de familias posnucleares (Requena, 1990). Tiempo después las familias empiezan a tener una transformación en cuanto a su tamaño, se convierten en más pequeñas y más heterogéneas en cuanto a su composición, ya que los jóvenes presentan un retraso al querer formar una familia. Las relaciones de los jóvenes ahora son más democráticas, más sentimentales e inestables y con más autonomía por parte de las mujeres; puesto que, a través del tiempo la mujer ha  llegado a su autonomía, luchado por su libertad, buscando un lugar en la sociedad, más allá de “ama de casa”, así pues en esta revolución las familias actuales no solo se jorgan de un solo eje sino de ambos, entiéndase por hombre y mujer, o quienes la constituyen en este caso.

El término utilizado por el demógrafo (Muñoz pérez, 1995) de que los matrimonios de fin de semana son aquellos en los cuales los cónyuges están separados en los días laborales y solo conviven en sus días de descanso, está muy ligado con la actualidad, ya que debido a la carga que tienen los hombres y las mujeres al estar todo el día en sus trabajos, para así satisfacer sus necesidades y tener una mayor rentabilidad, les implica que pasen menos tiempo como pareja y no puedan compartir sus experiencias. Se constata también que el papel de la mujer ya no es solamente el de empleada sino el de empleadora; debido a la incorporación de la mujer en el campo laboral, estas presentan mayor exigencia hacia ellas, puesto que están obligadas a elegir entre su éxito laboral y la maternidad, a mi parecer esto no es un problema para ellas, ya que siempre nos hemos mostrado como mujeres luchadoras, que nos podemos desempeñar en diferentes cargos sin presentar inconsistencia en ninguno de los casos que se presenten.

Otro aspecto de interés en la sociología es el de la cultura familiar, en donde se encuentra el feminismo y la individualización; en cuanto a la segunda tendencia y desde el punto de vista empírico (Flaquer, 1993; Ibáñez, 2001; Meil, 2003a; Díaz et al., 2004; Dema, 2006) analizan desde el momento en el que se creó la relación hasta el ajuste de los roles domésticos. En cuanto al feminismo, no se encuentra un impacto directo en la ideología de la familia. En esta nueva cultura familiar vemos que el rol del hombre en la sociedad ya no lo hace ocupar el primer puesto, ya que este pierde su poder debido a la extinción del “sexo débil”, donde también podemos ver como este a través del tiempo a empezado a cumplir con labores domésticas y a contribuido al cuidado y atención de los hijos. En el análisis de los roles también se presenta una “nueva contrucción” en cuanto a la figura de los abuelos y los niños. Como Añade también Meil (2003b), los cambios que se han presentado en los roles como el de abuelo, padre e hijo, se evidencian en que los abuelos son los mediadores de dichas generaciones; en cuanto a los niños se estudia la relación de estos con respecto a sus padres, donde se estudian los aspectos comunicativos, las líneas de consenso y conflicto, los estilos de la socialización o los valores transmitidos (Orino, 1990; Navarro y Mateo, 1993; Torres, 1994; Velarde, 1994). Algunos adolescentes no se sienten conformes con la atención que les prestan sus padres y es por esto que se aíslan y buscan refugio en diferentes lugares. La no comunicación en la familia da lugar a que se presenten discusiones más frecuentes entre los mismos. Estos hechos dan lugar a una nueva concepción de la paternidad y la maternidad y el rol que desarrollan los padres con sus hijos, que a partir de la encuesta de Meil(2006), se encuentran nuevos valores sobre las que han dado lugar a lo que cabe calificar como "familia negociadora".

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