La ética de la antigua Grecia

LA ÉTICA DE LA ANTIGUA GRECIA.

La ética desde sus orígenes nos muestra cómo su estudio se orienta a dar respuesta al comportamiento humano; está disciplina existente mucho antes de que se considerara si acaso una rama de la filosofía ha sido orientada de diversas maneras dependiendo de quién la ha estudiado y en qué época, por ejemplo en la antigua Grecia.

La ética desde el punto de vista de Sócrates se define como Eudemonismo (felicidad), ya que propone el problema de lograr el bien como un problema de llegar a la felicidad, se caracteriza por carecer de necesidades y no estar amarrado a las consecuencias que el destino ofrece. Para alcanzar este estado de felicidad el hombre solo debe confiar en sí mismo sin pretensiones ni intereses.

La ética de este gran pensador, lo llevó a poner el duda el orden político y religioso que tenía el pueblo de Atenas, su conocimiento mayormente adquirido por no solo conocer, sino por saber analizar el conocimiento y volverlo más sólido. Sócrates a pesar de haber sido la persona más sabia de su época; él mismo se consideraba ignorante.

A pesar de que Sócrates fue uno de los mejores pensadores de Atenas de la época, la democracia de esta lo condenó a muerte por introducir nuevos dioses y corromper la moral de la juventud, alejándose de los principios de la democracia. Este hecho refleja cómo la moralidad y la ética pueden ser mal vistos si estos interrumpen un ciclo o una costumbre influenciada por el poder, el poder del control.

Este gran filósofo no dejó ningún escrito ni obra que se pudiera evidenciar, ya que él creía que cada uno debía desarrollar sus propias ideas; esto llevó a que su principal y más destacado discípulo Platón, diera a conocer sus ideales.

Platón ofrece diferentes diálogos sobre la ética como por ejemplo en el Georgias, en el cual critica fuertemente la retórica pues esta suele ser usada para influir a las personas, lo cual se puede tomar como un acto de poca moral. En el Fedón, diálogo basado en las últimas horas de vida de Sócrates, expone cómo la preocupación de las personas sobre el qué hay después de la muerte influye sobre su manera de actuar ya que contempla la idea de que el alma es eterna. La República por su parte trata tanto la ética desde ámbito individual como colectiva, teniendo como principio la justicia del alma desde la ética de cada individuo, esta obra platónica conocida como una de las más importantes, nos ofrece la idea de la organización ciudad-estado ideal, determinando que esta organización se debe dividir para que se logre la visión intelectual del bien absoluto y el límite extremo del mundo inteligible.

Platón se inspiró de su maestro Sócrates para ir más allá de lo que este había logrado en cuanto al estudio de la filosofía, ya que a pesar de

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