Las fuentes del Yo

Universidad del Valle

Programa de Doctorado en:

Deisy Cabrera

Docente:

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Febrero de 2020

Charles Taylor (1993). Fuentes del yo: La construcción de la identidad moderna.

Protocolo de Lectura

El hombre-individual es el tema planteado en el texto titulado, “Historia de la vida privada, de la Europa Feudal al Renacimiento”, el hombre-mujer en devenir de configuraciones, formas, conductas, creencia y visión del mundo. Un momento histórico en que en un espacio determinado diferentes culturas empiezan a consolidar la transformación de un territorio a través de nuevas políticas constitutivas, relaciones sociales, jerarquización, concepción del mundo, del cosmos y de sí mismo. Un individuo que tanto desde los alcances del desarrollo artístico-intelectual, así como desde prácticas básicas de la cotidianidad y va dejando de lado las concepciones excesivas del teocentrismo. La vida de los castillos, monasterios, palacios y el auge de una clase burguesa cimentada en el capital, con inversiones en diversos proyectos de desarrollo futuro, e interesados en las letras, las artes, la lectura del cosmos, la conquista de nuevas tierras, y en definitiva la transfiguración de la sociedad establecen las bases para un nuevo periodo, la Era Moderna.

Charles Taylor, (1993), expone una teorización desde la yuxtaposición de ideas principales del humanismo cristiano y de los conceptos que de este humanismo subyacen en la organización social e individual. Nos presenta un hombre moderno centro de su universo, pero mediado por figuras del lenguaje plurívoco (católico-ortodoxo) que impuso la corriente cristiana del fin del Medioevo e inicios de la Era Moderna. Analiza las concepciones del desarrollo ilustrado, que desde el antropocentrismo configura normas para la administración de la sociedad como una empresa proyectada a futuro, pero con individuos escindidos, tanto de su contexto, como de sí mismos, por la forma en que han ido articulando las formas de pensamiento. Un individuo sin profundidad, incapaz de elaborar una idea pertinaz del mundo y de la realidad que le contiene. Una modernidad que presenta dos matices, un caos constante en que el individuo es un constructo polarizado, que bien sufre impasiblemente, o bien disfruta los alcances del desarrollo sin saber exactamente de qué se trata su experiencia como persona parte de esta realidad. Se podría decir en relación con esto, que el autor desde una mirada muy cristiana llama la atención sobre la necesidad de la práctica ontológica-metafísica para fomentar la comprensión de la modernidad y asumir un compromiso frente al futuro de todos como seres humanos.

Conceptualización

La Edad Media es ese espacio histórico que afianzó en sí la semilla para el desarrollo actual de las sociedades occidentales, se representa como una época obscura, de anquilosamiento para un desarrollo occidental, a partir de las premisas de la razón griega. De otra parte es un espacio de tiempo en que confluyen diversas culturas, mitos, costumbres, y demás particularidades relevantes propias de las diversas poblaciones de un territorio definido por sus infinitas singularidades. Este periodo histórico fue espacio de luchas físicas, ideológicas, teológicas y culturales en general, y, especialmente de la consolidación de un  cristianismo impuesto coercitivamente a culturas diversas fijas a prácticas ancestrales. La figura de cristo como un dios que controla la vida de las personas; padre, hijo y espíritu santo, omnisciente y omnipresente que observa el comportamiento humano y por coerción le obliga a sus hijos a seguir el camino del bien. Un dios que le tiene un espacio reservado a todos en el paraíso celestial, concesión por soportar impensables sufrimientos de la vida terrena, dios afuera, creador, dador, y castigador coercitivo. Las estructuras de poder medievales fueron, baja Edad Media, severas y lapidarias, al imponer el cristianismo, no hubo bondad, amor, libertad, misericordia, sabiduría y demás componentes que de manera contradictoria buscaba imponer la iglesia de Roma. Por eso en relación con el texto de Taylor surgen diversos interrogantes, por ejemplo, ¿Los individuos modernos  configuran su yo a partir de conceptos heredados de predomino del cristiano medieval, o del renacimiento?

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