Literatura, cuento

Había una vez en la época colonial, en un bosque lejano, habitaba una familia conformada por aquel hombre trabajador y valiente el señor Victoriano, un arriero que trabajaba para mantener a su amada esposa Amelia y a sus dos hijas, Catalina y Alicia.

Catalina de 8 años y Alicia de 5 años, a ambas les gustaba jugar en el bosque con sus amigos el Sr. Stuart y Crispín que vivían en el bosque. Una tarde mientras su papa trabajaba y su madre lavaba, Catalina y Alicia decidieron salir a jugar al bosque…

Catalina - Alicia, ¿te parece si vamos al bosque a jugar con nuestros amigos el Sr. Stuart y Crispín?
Alicia - Sí, vamos…

Esa tarde cuando se dirigían a buscar a sus amigos al bosque, se toparon con un pequeño gatito al cual querían agarrar y comenzaron a seguir

Alicia -  Oye Catalina, ¿crees que es bueno ir detrás del gato? ¿Y si nos perdemos?, ¿o si papá nos busca que haremos?
Catalina -  Sí, hay que seguirlo. Él será nuestro amigo y tal vez nos lleve a algún lado.
Alicia – Pero…
Catalina – ¡Vamos!

Y lo siguieron hasta que cayó la noche, Catalina y Alicia ya estaban perdidas. Sus padres asustados salieron a buscarlas al bosque hasta el amanecer, pero no las encontraron. Al amanecer Catalina y Alicia seguían tras el gato a quien por fin lograron atrapar, pero ninguna de las dos sabía dónde estaban, pues habían caminado demasiado toda la noche.

Hasta que de pronto se escuchó un sonido extraño

El gato - ¡Miau!
Catalina: ¡Hay algo ahí!
Alicia - ¡Tengo miedo!
Catalina – Tranquila, estaremos bien.
Gato - Hola, ustedes me han seguido durante un largo tiempo

Catalina y Alicia asustadas contestaron:
Catalina - ¿Hablas?
Gato – Es una pregunta muy obvia. ¡Claro que hablo!, todo en este bosque habla, se mueve y se convierte en algo divertido…
Alicia - ¿Entonces esto es un bosque mágico y aquí se divierten?
Gato – Sí, nos divertimos mucho.

Catalina y Alicia comenzaron a jugar con el gato durante algunas horas, hasta que llego la hora en que la magia desaparecía… Ellas asustadas, ya que el gato ya no hablaba ni nada, simplemente era normal…

Así que decidieron buscar el camino a casa y comenzaron a caminar, caminar y caminar durante horas hasta que por fin llegaron a casa y sus padres corrieron a abrazarlas.

Con el paso del tiempo, Catalina y Alicia seguían jugando en el bosque (mientras duraba la magia) conforme iban creciendo la magia iba desapareciendo, hasta que se acabó por completo la magia para ellas...

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