Los Valores

La teoría de Scheler usa el concepto de valor y reflexiona sobre él, tratando de determinar la naturaleza y el carácter del mismo. Ahora bien, antes de esta teoría, existieron varias doctrinas filosóficas que buscaban determinar la esencia del valor para el hombre, por ejemplo: Platón (a. C 427-347 a. C) y Aristóteles (a. C 384- 322 a.C) parten del objetivismo considerando que “el valor tiene existencia real y objetiva, independientemente del sujeto, según ellos la ética adquiere un carácter regulador y está por encima de las acciones del individuo”. De esta manera, ellos asignan y reconocen a los objetos del mundo exterior y a los valores una entidad y una estructura independiente del sujeto que los conoce, descubriendo el valor como fundamento de las concepciones del mundo y de la vida.

Partiendo de la cita anterior, Scheler no admite esta teoría, puesto que la misma no permite desarrollar una axiología pura. En este orden de ideas el autor afirma que “los valores son aprehendidos por una intuición emotiva”, y propone la distinción entre lo que es una teoría lógica del objeto o teoría de valor y una postura valorativa o teoría del pensamiento. Ahora bien, esta teoría propiamente representa, una teoría general de los valores y no sólo de los valores morales. La misma establece los valores como independientes de las cosas y de sus estructuras reales, intentando mostrar la diferencia del valor respecto del objeto concreto. Un ejemplo de esto es: que un helado esté rico es inherente a él, pero esta cualidad no se desprende de sus propiedades o de sus diversas sensaciones de agrado, sino que depende de los matices de lo agradable sensorial de forma independiente de las cosas en que se manifiestan. Esta manera de ser objetivamente es propia de las esencias.

Para Max Scheler, Los valores representan un mundo especial de esencias que llama “cualidades valiosas” o “cualidades de valor”, dominando los objetos con sus particulares relaciones y conexiones. El autor considera que Los valores son descubiertos mediante la experiencia fenomenológica y que no pertenecen al dominio de lo pensado, ni son captados por una intuición racional, sino que la experiencia de los valores se tiene por un acto especial llamado percepción afectiva de los mismos, que sería el sentimiento. Por tanto el mismo realizó una clasificación de los valores que llamó “clases fundamentales de relaciones de esencia apriórica”. Según esta jerarquía algunos valores se ubican en escalones más altos y otros en los más bajos, siguiendo la siguiente serie de criterios:

Criterio de duración: los valores son superiores cuanto más duraderos son.

• Criterio de la divisibilidad: los valores son un tanto más altos cuanto menos divisibles o fraccionados se encuentren.

• Criterio de satisfacción: es más elevado al aportar una satisfacción más profunda.

• Criterio de fundamentación y de relatividad: los valores que se fundamentan en otros son inferiores a éstos, porque dependen de ellos y son relativos a otro valor.

Scheler también establece una ordenación jerárquica de los valores, reduciendo a cuatro las modalidades de valores.

• La serie de lo agradable y lo desagradable, en la que se ubican los sentimientos sensoriales de placer y dolor sensible. En ellos diferencia los estados afectivos de la vida sensible de los valores de lo agradable y de lo desagradable percibidos por el espíritu en la intuición emocional.

• La categoría de los valores vitales, de los bienes y males fisícos que acompañan la vida, como la salud, vigor, enfermedad, vivencias emocionales e instintos.

• El reino de los valores espirituales, que serían independientes del cuerpo y captados por un percibir afectivo espiritual. Dentro de ellos están los valores estéticos, los valores de lo justo e injusto, los valores del puro conocimiento,

...