Matemáticas ¿descubiertas O Inventadas?

Matemáticas ¿descubiertas o inventadas?

Mi postura es que las matemáticas son inventadas.

Justificación: Es un conocimiento que solo existe dentro de tu mente son interpretaciones del ser humano y este tiene la capacidad de equivocarse. Las traducciones no siempre son exactas.

Contrargumentación: Se aplica a nuestro entorno. Las matemáticas explican problemas o situaciones dentro de la naturaleza.

Postura ya enriquecida con la información que se encuentra dentro de la lectura:

Mi postura es que las matemáticas son inventadas porque es un conocimiento que solo existe dentro de tu mente, son interpretaciones del ser humano y este tiene la capacidad de equivocarse. Además las traducciones no siempre son exactas (traducciones que fueron sacadas de antiguas civilizaciones [además que nada asegura que ellos si las descubrieron]). Por lo tanto las matemáticas son creadas no descubiertas. Las matemáticas son creadas porque por medio del razonamiento los matemáticos han ido creando las bases de las matemáticas (conocidas por el nombre de axiomas). Los axiomas son considerados “conocimiento” el cuál es irrefutable, pero realmente no es más que una teoría. Otro hecho que muestra que las matemáticas son inventadas es el hecho de que los matemáticos toman como premisas los axiomas fundamentales y todos los teoremas y pruebas consecuentes que se basan en ellos con esto se crea un conocimiento nuevo, por el proceso podemos ver que se crea y no se descubre.

Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja.

Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.

Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas...

De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella.

- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca.

- A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita.

- No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta.

Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo

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