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Metafisica


Enviado por   •  17 de Abril de 2014  •  449 Palabras (2 Páginas)  •  136 Visitas

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RESUMEN DE LA SEIS MEDITACIONES SIGUIENTES

En la primera, propongo las razones por las cuales podemos dudar en general de todas las

cosas, y en particular de las cosas materiales, al menos mientras no tengamos otros

fundamentos de las ciencias que los que hemos tenido hasta el presente. Y, aunque la utilidad

de una duda tan general no sea patente al principio, es, sin embargo, muy grande, por cuanto

nos libera de toda suerte de prejuicios, y nos prepara un camino muy fácil para acostumbrar

a nuestro espíritu a separarse de los sentidos, y, en definitiva, por cuanto hace que ya no

podamos tener duda alguna respecto de aquello que más adelante descubramos como

verdadero.

En la segunda, el espíritu, que, usando de su propia libertad, supone que ninguna cosa de

cuya existencia tenga la más mínima duda existe, reconoce ser absolutamente imposible que

é1 mismo sin embargo no exista. Lo cual es también de gran utilidad, ya que de ese modo

distingue fácilmente aquello que le pertenece a él, es decir, a la naturaleza intelectual, de

aquello que pertenece al cuerpo. Mas como puede ocurrir que algunos esperen de mí, en ese

lugar, razones para probar la inmortalidad del alma, creo mi deber advertirles que, habiendo

procurado no escribir en este tratado nada que no estuviese sujeto a muy exacta demostración,

me he visto obligado a seguir un orden semejante al de los geómetras, a saber: dejar

sentadas de antemano todas las cosas de las que depende la proposición que se busca, antes

de obtener conclusión alguna.

Ahora bien, de esas cosas, la primera y principal que se requiere en orden al conocimiento de

la inmortalidad del alma es formar de ella un concepto claro y neto, y enteramente distinto de

todas las concepciones que podamos tener del cuerpo; eso es lo que he hecho en este lugar.

Se requiere, además, saber que todas las cosas que concebimos clara y distintamente son

verdaderas tal y como las concebimos: lo que no ha podido probarse hasta llegar a la cuarta

meditación. Hay que tener, además, una concepción distinta acerca de la naturaleza

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