Mi filosofía de vida propia

MI FILOSOFÍA DE VIDA

La realidad se basa en el sueño de otros, o en el sueño de unos tantos o en mi sueño…

¿Nuestra garantía de felicidad depende de nuestro nacimiento, de nuestros padres, de nuestra escuela, de nuestra familia, de la sociedad?

Pero en ¿Qué momento puedo cambiar esa realidad, en qué momento las sogas que atan mi vida las debo cortar, cuando seré dueña de mi ancla y mi timón?

Pregunta confusa pero real, ¿Qué quiero de mi vida?, ¿la ilusión de unos?, ¿la realidad de otros? o simplemente mi historia, que no se asemeje a ninguna, que tenga la esencia de lo que anhelo, de lo que deseo, de lo que he realizado, de lo que conozco y aún me falta por conocer.

Que mi pasado no me someta, pero me guíe, mi presente me llene pero no me estanque, que mi futuro me ilusione, pero no me prive.

Que mis errores me engrandezcan pero no me justifiquen, que mis aciertos me alegren pero no me satisfagan, que mis triunfos me motiven, pero no me idioticen.

Que el esfuerzo y la entrega a la superación sea para un bien común y factible, no para aplastar a otros, peor aún para glorificarme.

Que cuando me lastimen, me levante, perdone y redescubra la nueva sonrisa.

Que cuando me alaben, mis pies se queden en la tierra y agradezca a quien fue mi inspiración y mi ayuda.

Que mi esfuerzo no se convierta en martirio, y que olvide mis raíces; por el contrario me dibuje siempre una sonrisa y me llene con la alegría de los que más necesitan.

Mi pasión sea mi fundamento, mi medicina y mi aliento, pero que jamás se convierta en mi vicio y mi perdición.

Que cuando mi trabajo me necesite, este allí para su solución, cuando una mano amiga me reclame, este allí para aliviar su dolor; y que la solución encuentre su medicina oportuna. Pero cuando mi familia me exija esté allí para atender y entender que ellos son mi prioridad; y la solución, y el dolor de otros pueden esperar y olvidar; comprendiendo que mi prioridad jamás tendrá una segunda oportunidad. Y que cuando yo necesite encuentre a mi lado a esa prioridad, la comprensión de un dolor anterior, y la recompensa de una necesidad satisfecha.

Que el orgullo no me ciegue, pero tampoco me humille, que entienda que todos somos importantes, y humanos, que respete su decisión pero jamás calle la mía.

Que mi vida sea un constante cambio, renovación, sinergia, que mi inspiración sea una revolución justa, que sea parte de los cambios positivos, pero me paralice y proteste por aquellos que impactan el bienestar común y sano de la colectividad.

Que eduque y no solo intente enseñar, que molde de acuerdo a la ciencia y tecnología, pero prepare seres humanos conscientes de su desarrollo, y su influencia.

Que mi enseñanza sea comprendida, libre y feliz, dejando a un lado el aburrimiento, la memorización y las celdas del saber.

Que no solo trate de enseñar sino eduque a cada alumno, buscando que lo mejor de mi enseñanza, sea plasmada en piedra, y lo malo en arena de mar.

Que ame con todo mi corazón, y de lo mejor de mí, no espere retribución sino simplemente la comprensión mutua.

Que la sinceridad y la confianza sean pilar de lo que siento y demuestro; que me calle cuando trate de condenar a mi enemigo, y que hable cuando tenga que salvarlo.

Que reconozca mis limitaciones, pero no me detenga frente a las oportunidades; que mis miedos no sean mi limitante sino mi curiosidad para lo desconocido, que mis amenazas no se conviertan en pretextos sino en desafíos.

Que me lleve lo mejor de las personas, que viva el momento con sus fortalezas y no critique ni me frustre por sus debilidades y errores, que entienda que ellas también viven su historia.

Que sepa reconocer mis errores y nunca busque un conejillo de indias para manchar su nombre con mis problemas.

Que mis valores

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