¿Nuestra Sociedad En Verdad Necesita Una Reconstrucción?

Hoy en día podemos encontrarnos con un mundo a rebosar de desigualdad, de codicia, de corrupción no solo política sino desde el ser mismo, donde nuestros valores han sido pervertidos, de tal forma que los elementos materiales han pasado a ser el pico de la pirámide de nuestros deseos, de nuestras ambiciones y en general han pasado a ser el objetivo de nuestra vida.

Pero en este mundo de antivalores ¿en verdad nuestra sociedad necesita un cambio?, o ¿el hombre necesita vivir en una sociedad imperfecta para poder ser feliz?, para poder responder a estas preguntas podemos poner en contexto la situación de muchos países desarrollados donde la comunidad “perfecta” que se ha planteado a lo largo de los años, lleva a los hombres a una vida de plenitud utópica donde al final dicha perfección contradice la naturaleza misma del hombre así como sus instintos, pues si no hay nada porque luchar, no existe nada porque vivir.

Ahora si queremos resolver el problema sobre nuestra construcción podremos retomar las palabras de Anwar Sadat: “Puede haber esperanza únicamente para una sociedad la cual actúa como una gran familia, no como muchas separadas”. De esta forma podemos entender que como primera medida el hombre requiere un cambio en la forma en que vive en sociedad pues se requiere un mundo donde los hombres vivan como un todo y no como uno solo.

Se ha supuesto hasta ahora que toda buena sociedad debe estar conformada por una dinámica en la prime el bien común, algo que redunda en la semántica misma de esta palabra; pues la sociedad busca satisfacer las necesidades de todos sus habitantes, de tal forma que la reconstrucción comienza por este pasaje, pero ¿Cómo podemos cambiar una sociedad en constante cambio?, a partir de esta interrogante surgen otras cuantas, ¿el cambio constante que vive nuestra sociedad es provechoso? ¿A partir de que factor se está realizando dicho cambio?.

Retomando estas preguntas podríamos decir que incluso el concepto de sociedad está en constante cambio, Aristóteles la consideraba como “un organismo vivo” más adelante esta idea fue complementada por Tomas de Aquino “los individuos que la componen son partes de un todo, regulado por fuerzas trascendentes…”, con el paso de la historia Augusto Comte comprendió que para su estudio se debía dividir en dos para poder comprender el concepto: En “estática” que busca explicar su existencia misma, y en “dinámica” que explora su evolución; división que responde a la pregunta sobre el cambio social continuado.

El cambio que se evidencia esta dado de forma inductiva , es decir de lo particular a lo general, donde los pequeños factores que componen nuestro mundo tienden a definir lo que sucederá con las grandes cosas; la determinación con la que uno o varios obreros trabajen sobre la construcción de una autopista, fijara el tiempo en que esta sea finalizada así como la durabilidad de la misma, de esta forma se afectara a todos los miembros de la sociedad que hagan uso de dicha malla vial, situando así un breve ejemplo sobre la forma en que evoluciona una sociedad.

Por esta razón debemos comenzar por generar un cambio desde lo micro es decir cambiar las pequeñas cosas que en un futuro llegaran a influir en la conformación de nuestra sociedad enfocándonos en un principio en la mentalidad de cada uno de sus miembros, pues como se retomó en un principio, el problema radica en el narcisismo, el cual ataca desde lo más profundo del subconsciente vulnerando así la naturaleza nata como ser social que somos, e intercambiando dicha característica humana, por una en la cual prima un ser egocéntrico.

De esta forma hemos abarcado el primer punto sobre el cual se debe trabajar en pro de nuestra sociedad, para lograr pensar en sociedad podríamos retomar

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