PENSAMIENTO CONFLICTO RELIGIÓN Y CIENCIA

CONFLICTO RELIGIÓN Y CIENCIA

José Luis Garcés González, al presentar el libro de Álvaro Bustos González, Ensayos, cuentos y crónicas , dice del autor que vive entre la ciencia y el arte . El libro Ensayos, cuentos y crónicas, es el resultado de las notas dominicales publicadas por el autor en El Meridiano de Córdoba. Cataloga el compendio como un conjugado entre la indignación y el asombro.

Una de las notas del doctor Bustos, titulada El espíritu de la ciencia (p. 42-47), muestra como su título lo plantea los elementos que se deben fortalecer para promover en los estudiantes el conocimiento científico y la investigación. Parte de la subversión de la preeminencia de la iglesia, de los dogmas de la religión.

El espíritu científico se ha engrandecido y preparado a lo largo de la historia de la humanidad, y en el siglo XX se impone aunque se confronta con la cantidad de sectas y religiones.

El espíritu científico es una actitud o disposición subjetiva del investigador que busca soluciones serias con métodos adecuados al problema que pretende resolver; esa actitud, desde luego que no es innata a la persona, se le conquista a lo largo de la vida a costa de trabajo e incluso de sacrificios. Puede y debe ser aprendida, más nunca es, heredada.

Este espíritu requiere primero la ejercitación científica, el manejo teórico, capacidad de comprensión de la realidad y de identificación de los problemas, de la capacidad de investigar y de aplicar procedimientos críticos, objetivos, racionales y que permiten vincular lo universal con lo singular.

La función de la educación universitaria es esencialmente fortalecer el espíritu científico y los métodos investigativos. Personas con la capacidad de identificar problemas, de generar hipótesis, de contextualizar teóricamente, pero eso es lo que deben hacer en su ejercicio profesional.

Esta formación requiere fortalecer la conciencia crítica, que lleva al investigador a perfeccionar su capacidad de juicio y a desenvolver el discernimiento, capacitándolo para distinguir y separar lo esencial de lo accidental, lo importante de los superficial o secundario.

En este sentido hay necesidad de caminar hacia una nueva manera de entender el conocimiento humano que evite la disociación de las ciencias y las humanidades, de vincular las ciencias, la investigación la tecnología, con las humanísticas, para lograr una caracterización histórica de la ciencia y ubicarnos en el momento actual, pero reconociendo, al mismo tiempo, los retos y las nuevas dimensiones del conocimiento humano que entran en juego.

En la actualidad se requiere fortalecer al estudiante el TICs y en las más recientes tecnologías, pero enfrentando como explica el doctor Bustos, el imperio de los dogmas.

En provincias como el departamento de Córdoba, el reto es grande. Promover ciencia, investigación

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