PERSONA Y LIBERTAD

PERSONA Y LIBERTAD

En este ensayo intentaré explicar mi punto de vista acerca de la libertad de la persona, así como la forma correcta de interpretarla y aplicarla en nuestro día a día. Mencionaremos también cuatro sentidos fundamentales de la palabra “libertad” y las interpretaciones que le dan diversas concepciones.

Existen diversas formas de sentir la existencia de libertad en cada uno mediante experiencias como cuando no estamos obligados por algún agente externo o cuando no se presenta obstáculos para hacer lo que queramos; a esta ausencia de coacción se le puede denominar “libertad de” pero en un punto únicamente negativo, mientras que se debería hablar de “libertad para” pues somos dominantes de nuestros actos y aquellos sirven para “auto destinarnos” hacia aquello que queremos. También lo podemos sentir cuando experimentamos la “no necesidad” de actuar pues, no hay ningún principio intrínseco que nos fuerce a obrar de una manera y otra.

Existen otras experiencias de la libertad como: la obligación de cumplir nuestras promesas, que es una manifestación de libertad, responsabilidad y coherencia; la indecisión es otra que se refleja cuando estamos ante diversas alternativas que se nos puedan presentar y ninguna posee una fuerza determinante sobreviene duda que solo se vence con una decisión de voluntad.

Personalmente pienso que la experiencia más importante es la de “responsabilidad” pues, ser libre significa “ser dueño de mis propios actos” y al no asumir la responsabilidad de lo actuado estaríamos negando que lo hiciéramos libremente.

Existen cuatro sentidos fundamentales de la palabra, ellas son: Libertad fundamental o trascendental, Libre albedrio o libertad psicológica, Libertad moral y por ultimo Libertad social o política; Las dos primeras denominadas “libertad innata” pues está inscrita en todo ser humano de manera originaria y las dos últimas “libertad adquirida” ya que es una libertad conquistada mediante la autodeterminación personal.

La libertad entonces es una libertad situada, no absoluta, pues parte ya de una situación determinada en su origen; por lo que interpretándola de otra manera se puede decir que “la libertad es la tarea de realizarse a sí mismo” (esta frase debemos entenderla en el orden dinámico existencial del obrar). Sin embargo sabemos todos que en la mayoría de personas queda como un deseo pero no pasa de ello a una decisión, como dirían en la tradición Aristotélica: “Decimos que deseamos ser felices pero no elegimos ser felices”.

Según el determinismo no existe la libertad porque el hombre siempre elige por la razón más fuerte, afirmación que carece de sentido porque determinar cuál es el motivo más poderoso depende de la propia voluntad. Mientras que la concepción liberal reduce la libertad a la mera libertad de elección.

Vale la

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