Palomitas
Enviado por deilynn • 23 de Mayo de 2013 • 460 Palabras (2 Páginas) • 268 Visitas
las palomitas son de maizACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
FAUSTO4
, en su gabinete
FAUSTO.— Concreta tus estudios, Fausto, y principia a sondear la
profundidad de lo que sondear quieres. Habiendo comenzado por ser teólogo
llegaste a los extremos de todo arte y vives y mueres en las obras de
Aristóteles. Dulces Analíticos5
, vosotros me habeis deleitado: «Bene disserere
est finis logicis.6
» Mas, el arte de discurrir bien ¿no proporciona mayor
milagro? Entonces no leas más, porque ya has alcanzado ese fin. Mayor tema
es propio del ingenio de Fausto. On kai me on, adiós.!7
Hazte galeno8
, porque
«Ubi desinit philosophus ibi incipit medicus9
». Sé, pues, médico, Fausto;
amontona oro y eternízate por alguna maravillosa cura. «Summun bonum
4
Es importante indicar al lector que el Fausto de Marlowe no es, como el de Goethe, un
hombre viejo aburrido y desengañado del conocimiento, sino un hombre joven, quiza, de
unos treinta años, un espíritu brillante que sabe casi todo, excepto, el estar satisfecho; un
"genio atormentado", para tomar una expresión con que Chateaubriant calificó a Pascal,
pero un genio atormentado que preferirá ser informado por los brillos del infierno, antes
que por los del paraíso; un libertino del saber, en suma, un poco como los University Wits,
de quien Marlowe fue el más digno representante. Al igual que en el Fausto de Goethe,
dos corazones laten en el Fausto de Marlowe; un Fausto al que la objetividad domina, y al
cual habla como a un tercero, marcando asi una distancia, de forma que la pasion no ejerza
ningun poder sobre él; y un otro Fausto, el cual habla con sigo mismo en primera persona,
al que domina la subjetividad, y el cual es juguete en manos de las pasiones más
desgarradoras. Marlowe usa la técnica del soliloquio con el proposito de insistir
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