Paradigma

Paradigma

Un paradigma es un ejemplo o modelo de algo que vas a realizar o tomar parte, este se divide en cuatro: positivista, socio crítico, interpretativo y empírico, cada uno de ellos son importantes y depende la investigación que se desee realizar para poner posicionarse en alguno de ellos, es importante conocer cada uno para saber al momento de elegir.

Según (Kuhn, 2007) en su obra de 1975 nos habla de que un paradigma es: “es una concepción general del objeto de estudio de una ciencia, de los problemas que deben estudiarse, del método que deben emplearse en la investigación y de las formas de explicar, interpretar o comprender”.

El positivista, Koetting (en Ricoy, 2006), explica que tiene un interés por explicar, controlar y predecir los resultados, mediante una ontología dada, singular, tangible, fragmentable y convergente. Su relación es independiente, neutral y, por ende, libre de valores. Su propósito es por medio de generalizaciones no sometidas al tiempo, por afirmaciones nométicas, leyes y explicaciones. Utiliza un enfoque cuantitativo y está centrado sobre semejanzas; busca dar explicaciones a causas reales, temporalmente, procedentes o simultáneas.

En cuanto al interpretativo, Ricoy (2006), explica que paradigma tiene sus antecedentes en la etnografía, antropología, fenomenología, entre otros, presenta un enfoque cualitativo y tiene como función profundizar en la investigación, por medio del planteamiento de modelos abiertos y emergentes, utilizando como técnicas de recogida de información: la observación, estudio de caso, entrevistas, diarios, diarios de campo, todo esto con el propósito de comprender, conocer actuar frente a otras situaciones, donde el investigador es el principal instrumento.

El sociocrítico, de acuerdo con Arnal (1992, pp. 98), adopta la idea de que la teoría crítica es una ciencia social que no es puramente empírica ni sólo interpretativa; sus contribuciones se originan, “de los estudios comunitarios y de la investigación participante”. Tiene como objetivo promover las transformaciones sociales en el seno de las comunidades, pero con la participación de sus miembros.

También, el autor sostiene que se fundamenta en la crítica social y pretende la autonomía racional y liberadora del ser humano; utiliza la autorreflexión y el conocimiento interno y personalizado para que cada quien tome conciencia del rol que le corresponde dentro del grupo. Para ello, propone la crítica ideológica y la aplicación de procedimientos de psicoanálisis que posibilitan la comprensión de la situación de cada individuo.

Por último, el emergente donde Martínez (en Lukomski y Mancipe, 2008), define a este paradigma como un ayudante clave para comprender la conducta humana, pues, se cambia la idea de lo simplista e individual para tomarlo en cuenta como un proceso que consta de varias partes y con la aparición de nuevas experiencias; también, es un modelo que tiene relación con todo y sus elementos toman la importancia individual que tienen, pero a la vez, el papel que toman en ese todo, uniendo una coherencia interna entre todos sus componentes.

Martínez

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