Platón Fedón

RESEÑA PLATÓN -FEDÓN-

El Fedón es uno de los diálogos de la época central de Platón, junto con el Banquete, Fedro y la República. Este se inicia en Fliunte, una pequeña ciudad de Peloponeso, allí Equécrates le pregunta a Fedón por las últimas horas de vida de Sócrates, ya que él estaba presente y ninguno de los ciudadanos de Fliunte estaba al corriente sobre ello. Fedón accede a contarle a Equécrates con todo detalle las conversaciones y las vivencias de Sócrates y como este moría.

Es sorprendente la serenidad y la nobleza con la que muere Sócrates, como bien dice en el 58e. Fedón relata cómo no sentía ningún tipo de compasión, como era natural, sino una cierta mezcla entre placer y, a la vez, de pesar.

Así pues, Fedón empieza a relatar desde el comienzo todo con detalle.

Fueron todos sus discípulos a la cárcel, para recoger las últimas palabras de su maestro. En cuanto se abrieron las puertas se encontraron a Sócrates recién desencadenado, sentado al borde de la cama. Jantipa, en cuanto los vio, empezó a gritar, diciendo que sería la última vez que sus amigos le hablarían y que el hablaría a sus amigos. Nada en la persona de Sócrates indicaba la proximidad de su muerte, pues él estaba con una personalidad tranquila y risueña, a pesar de las lágrimas de sus amigos y de su mujer, ya que el envidiaba a todo aquel que moría pues deseaba liberarse de la tortura del cuerpo. Pero no mediante el suicidio, pues somos propiedad de los dioses.

Una vez dicho esto, Fedón empieza a narrar las conversaciones y discusiones de Sócrates que se centran principalmente entre Simmias y Cebes. Discuten de diferentes temas y Sócrates les demuestra que están equivocados. El tema primero fue sobre la muerte, Sócrates expone que la muerte es la separación del cuerpo y el alma, y el filósofo no se preocupa mucho por el cuerpo. El cuerpo también es un obstáculo para la adquisición de la ciencia, porque como hemos estudiado en este primer curso, los sentidos nos llevan al error. Para el cuerpo darle cosas materiales y placeres es el fruto de las guerras. En cambio, el alma alcanza las verdades, el verdadero conocimiento y justicia. Y sigue dando una visión negativa del cuerpo. Así pues, Sócrates expone que la muerte es una purificación del alma. Y dice que si no aceptase la muerte demostraría el interés por el cuerpo, y no por el alma.

Aquí interrumpe Cebes reforzando la teoría de que la muerte hace que el alma se disperse, se disgregue y desaparezca, como bien explica en el 70a.

Sócrates le responde, para demostrar que está equivocado, sobre la naturaleza del alma. Pasa a demostrar la existencia del alma inmortal, mostrando a sus discípulos la historia del Hades (70c). Sócrates empieza a decir que todo viene de su contrario. Proceso de los contrarios, para apoyar la teoría del alma inmortal. “Llegan allí desde aquí, y que de nuevo regresan y que nacen los difuntos”… “Que de nuevo nacen los muertos de los vivos” Defiende que las almas no podrían nacer de nuevo en ningún sitio de no existir y que es evidente que de ninguna otra parte nacen los vivos sino de los muertos, apoyando el movimiento circular como dice Sócrates en el 72b.

Más adelante, justamente en el 72e, se afirma que el aprender no es realmente otra cosa sino recordar. Por eso es necesario que nosotros hayamos aprendido de algún modo aquello de lo que ahora no recordamos. Y por tanto Cebes llegó a la conclusión de que el alma es algo inmortal pues al morir ha de seguirle el revivir.

Una vez afirmado esto, Simmias le interrumpió y le pidió a Cebes que le recordara las pruebas de eso, pero Sócrates le explica mejor, para convencerlo, que el llamado aprendizaje es una reminiscencia. Primeramente le plantea su cuestión, que es la reminiscencia, y ejemplos para su mejor concepción. (Recordamos que la reminiscencia

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