Que pensaria tomas de aquino de el juego del huason

El dilema consiste en la escena donde el conocido villano de la película “Batman, el caballero de la noche”, alias “el Joker” o “el Guasón”, aprovecha la presencia de dos ferris, uno de ellos repleto de criminales de una de las cárceles más peligrosas de la ciudad de Gotham quienes estaban siendo trasladados a otro centro penitenciario para evitar fugas, debido a la catástrofe en la ciudad, y el otro de personas inocentes, comunes y corrientes, que escapaban del descontrol y destrucción que había en la ciudad.

El Guasón, con el objetivo de demostrar que en cada persona se encuentra una personalidad malvada, se encarga de cargar a las dos naves con explosivos capaces de hacer explotar al vehículo por completo. El Joker, deja un detonador en cada barco, pero cada detonador es el del barco contrario. Las reglas para sobrevivir son simples, si oprimen el detonador se salvan, pero al detonarlo la explosión acaba con la vida de todos los tripulantes del ferry contrario. Además, si ninguno de los dos es oprimido antes de que pasen 30 minutos, ambos detonadores serán activados.

En esta escena el Joker, nos presenta un dilema donde se contraponen dos ideas, la de la sobrevivencia, ya que por naturaleza nadie quiere morir, y al mismo tiempo la de vivir a cuestas de la vida de otro, es decir sacrificar vidas ajenas al salvarse. A continuación, el dilema será abarcado desde la perspectiva moralista de Tomas de Aquino. Quien, en “Suma de Teología” determina la presencia de bondad o malicia en los actos humanos a través de la razón, es decir analiza el acto moral desde su especie de bien o de mal. Antes de continuar es necesario nombrar que es la razón quien define la especie de cada acción.

Tomas de Aquino en su libro, “suma de teología”, nos habla de la bondad de los actos, estos pueden llegar a ser rectos según si se cumple rectitud en sus tres bondades, su objeto (que responde a ¿Qué se está haciendo?), el fin (responde al ¿en vistas a qué?) y sus circunstancias (que responde al ¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, etc.). Cada acción puede ser clasificada como «buena» o «mala», dependiendo de esto una acción puede ser buena solo de una manera, siendo recta en sus tres bondades, y puede ser mala de muchas más formas. Llevando el dilema a la forma de analizar las acciones de Tomas de Aquino, partiendo por el objeto, ¿Qué se esta haciendo?, la respuesta para quien oprime en detonador puede ser; detonado el ferry contrario, con el fin u objetivo de salvar las vidas de todos los que van en mi ferry, una circunstancia en este caso es lo que lo vuelve un dilema, ya que esta acción podría ser vista como mala debido a una de sus circunstancias, específicamente al responder la pregunta, ¿con qué efecto?, ya que el efecto de detonar la nave contraria es la muerte de todos sus tripulantes, por lo que podría catalogado apresuradamente como una mala acción debido a sus circunstancias, pero por ahora nos reservaremos el juicio del Santo.

Por otro lado, Tomas de Aquino nos habla en la cuestión 94 acerca de la ley natural, en el artículo 2, página 732 este menciona “Y así encontramos, ante todo, en el hombre una inclinación que le es común con todas las sustancias consiste en que toda sustancia tiende por naturaleza a conservar su propio ser. Y de acuerdo con esta inclinación pertenece a la ley natural todo aquello que ayuda a la conservación de la vida humana e impide su destrucción”, dejando de lado la destrucción del ferry contrario, Tomas de Aquino tiene claro, que una de las primeras leyes naturales es la sobrevivencia, nadie quiere morir, del mismo modo, nadie debiese querer matar. Para Tomas de Aquino, tampoco es correcto esperar a que los tripulantes del otro ferry detonen su barco, ya que esto le causaría la muerte, por lo tanto, la imposibilidad de sobrevivir.

Para poder, finalmente, enjuiciar este acto según la moral de Tomas de Aquino, se recure a la doctrina del doble efecto, esta doctrina o también llamado principio de doble efecto, es un razonamiento practico que sirve para determinar la licitud o la no licitud de una acción que produce dos efectos, uno bueno y uno malo. Una de las principales ideas de este principio es descrita por Miranda Montecinos en su articulo en la Revista Chilena de Derecho en 2008: “La idea principal que subyace al principio del doble efecto es que una persona no es igualmente responsable por todos los efectos malos que se siguen de su acción, sino que existe una diferencia fundamental entre aquellos que intenta y aquellos que solo prevé o debe prever”.

Tomando en cuenta la doctrina del doble efecto, el Santo Tomas de Aquino determinaría la acción de detonar el ferry contrario como una acción licita, ya que, al detonar el barco contrario, este no busca aniquilar a sus tripulantes, sino que salvarse a si mismo y a los que lo acompañan. El efecto adverso, bajo esta doctrina, jamás es buscado, sino que es finalmente tolerado. Todo aquello basándose en el principio de la ley natural, que refiere a la sobrevivencia de cada ser, por lo que no seria una acción licita esperar que los del otro ferry detonen nuestro buque. Por ende, Tomas de Aquino no encontraría maldad en el acto de quien detona el barco contrario, por lo tanto, seria una acción bondadosa sin falta de ser. La siguiente cita nos ayuda a entender porque Tomas de Aquino elige velar por la propia vida antes de alguna más: “No es, pues, necesario para la salvación que el hombre renuncie al acto de defensa moderada para evitar ser asesinado, puesto que el hombre esta mas obligado a mirar por su propia vida que por la vida ajena” (ST II II, q. 64 a 7). Por lo tanto, queda claro que Tomas de Aquino no consideraría como mala la acción de apretar el botón, sino que buena, por su fin y objetivo, a pesar de que esta pueda ser objetada por sus efectos, la intención jamás es la de matar, sino que la de salvar y velar por la vida propia.

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