ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

RELACION SUJETO-OBJETO SEGÚN VON BALTHASAR


Enviado por   •  30 de Noviembre de 2018  •  Apuntes  •  2.081 Palabras (9 Páginas)  •  508 Visitas

Página 1 de 9

 Lic. Ricardo E. Maquieira.                               Teorías y sistemas psicopedagógicos contemporáneos.

RELACION SUJETO-OBJETO SEGÚN VON BALTHASAR.

Mapa del objeto.

Supongamos que el dibujo siguiente - un rectángulo - es un objeto reaL

Hasta aquí no habría dificultad alguna, salvo que para Von Balthasar (VB), este objeto real de existencia independiente, no hace más que ofrecerse al conocimiento de un sujeto que, a su vez, quiere conocerlo:

“Todo ser en cuanto tal siempre está develado en tanto que, en general, puede salir del oculto aislamiento en la nada y en el misterio del decreto divino y ofrecerse en la existencia en la cual es entregado, como esencia revelada, a la mirada del conocimiento. Por tanto, en la medida en que es cognoscible, el ser está ya develado en cuanto tal (Von Balthasar, 1955:145)[1]”.

Entonces, este objeto pierde su ingenuidad rectangular y, paulatinamente, adquiere en el análisis de esta relación, una complejidad distinta.

Con las limitaciones que implica todo esquema, trataremos de comprenderla.

Como primera medida, al objeto lo podríamos concebir como surcado por una línea imaginaria que separa lo que es atemporal y fundamental, de lo que existe en el tiempo y en el espacio, determinando dos caras inseparables de su realidad: su esencia y su existencia. Esto es aquello que Dios, como sujeto creador, potente, conoce originariamente del objeto.

Pero VB no se queda aquí y sugiere otra línea, que cruza a la anterior y divide al objeto, en dos partes: una íntima y otra pública.

        Así, diferenciamos dos nuevas áreas. Primero, la superior izquierda, que es la apariencia del objeto, como expresión de su fundamento, cuyo único sentido es manifestar su esencia. La apariencia en la existencia es lo que el objeto confiesa de sí.

“...su esencia desde siempre se ha mostrado en la apariencia y puede ser captada en ésta" (141).

 Antes de avanzar en la descripción del área final, diremos unas palabras sobre este último meridiano que irrumpe en el mapa del objeto, ya que, como el de Greenwich, tiene nombre propio: misterio.

"El misterio del ser, lo dijimos, es un misterio esencial, insuprimible, un misterio tal que sólo destella victoriosamente, en la total revelación de la verdad develada. Es el misterio de la profundidad de la interioridad, del inestimable valor del ser" (233).

“Las cosas están no sólo develadas: siempre y hasta el último momento están esencialmente encubiertas. Tal encubrimiento significa sin duda una limitación de su develamiento, pero no necesariamente una limitación de su verdad”. (231)

El misterio es el límite pudoroso e impreciso en el objeto, entre lo develado y lo oculto, lo público y lo profundo. Es a la vez seducción del objeto y exigencia del sujeto que quiere conocer. Puede ser amorosamente ofrecido por el primero e insinuado lo que está detrás y, de la misma forma, develado por el segundo.

"No es posible amar algo sin misterio; ese algo seria a lo sumo una cosa de la que se ~la disponer pero no una persona hacia la cual podríamos mirar respetuosamente" (232).

Entonces, pretender quitar el misterio, no es conocer el objeto sino violar su profundidad esencial...

"Ningún conocimiento progresivo, ni aún en el amor, puede quitar el último velo del amado (232-33).

Hasta aquí llega la enumeración de elementos del objeto que le son propios. Sin embargo, este mapa está incompleto. Porque no es en el objeto sino en la actividad del sujeto donde encontraremos los elementos faltantes. Es que para VB, el objeto se completa solo en la relación con el sujeto.

La primera coincide con la apariencia y es su correlato: las imágenes, el primer punto de contacto entre ambos.

"El primer punto de contacto entre objeto y sujeto son las imágenes que aparecen. En ellas se muestra el objeto. Las imágenes son lo absolutamente manifiesto. Las cosas no pueden ser tan simples como las imágenes."

“Sugieren la idea de la esencia y de la existencia pero no tienen a ninguna de ambas. Están suspendidas en sí mismas, sin clara referencia a un objeto o a un sujeto. No son una nada pues ellas existen como las imágenes. Pero no son tampoco lo que el sujeto que las aprehende designa como ser o existencia". (141).

La segunda es una novedad en el mapa. En la zona inferior, banda de la izquierda, dentro de lo atemporal se encuentra la idealización. Esta es una zona del objeto que solo se actúa gracias a la mediación del sujeto.

"En el acto del conocimiento, el sujeto puede tener la tarea de ayudar al objeto en su verdad.

"Desearía ser contemplada con una visión espiritual ante la cual podría mostrarse desnuda sin prejuicio, lo mismo que un paciente se desnuda ante su médico. Esta especial mirada que solo es posible en la amorosa entrega del sujeto, es una mirada tanto objetiva como idealizadora. Que estas dos propiedades sean compatibles es la gran esperanza de lo conocido. A la idealidad que en sí mismo no puede realizar espera alcanzarla en el ámbito de otro ser. Pero para desplegarlas necesita alguien que crea en ellas, más aún, que en su estado de oculto las vea ya existiendo concretamente, objetivas, pero visibles sólo para aquél que tiene por posible su realización, aquél por tanto que cree y que ama. También es posible que sólo el amante descubra en el amado, con su mirada misteriosa y creadora, posibilidades que a quien las posee sean totalmente desconocidas y hayan parecido increíbles."(118)

Es un movimiento hacia la esencia del objeto, por lo tanto, objetivo. Es “creador” de un objeto real posible, por lo tanto subjetivo. Hablando correctamente, más que crear, el sujeto construye una imagen ideal del objeto que descubre una potencia real ignorada. Con una mirada amorosa, intuye su profundidad y penetra en el misterio, permitiéndole al objeto desplegar más fielmente su esencia en su existencia, identificando cada vez más su apariencia con su fundamento.

"La imagen que quien conoce amorosamente lleva en sí de lo conocido es tanto subjetiva como objetiva. Es subjetiva no por no corresponder a la verdad: es subjetiva porque su verdad alcanza una verdad real y objetiva sólo gracias a un sujeto, así como un fruto puede madurar únicamente en un determinado clima." (199).

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.4 Kb)   pdf (150.9 Kb)   docx (19.3 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com