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REsumen de Vida en Plenitud


Enviado por   •  10 de Marzo de 2016  •  Resúmenes  •  1.666 Palabras (7 Páginas)  •  405 Visitas

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Vida en Plenitud

Como estudiantes Landivarianos, es fundamental saber ciertas cosas que basan la enseñanza en la universidad. En la universidad se pueden encontrar imágenes de un hombre llamado Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas que son los dirigentes de la Universidad Rafael Landívar. Jesuitas significa que actúan como Jesús y se les dio el nombre, a un principio como un apodo tomado con burla, pero al cabo de los años los miembros adoptaron el nombre hasta la actualidad.

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Nuestro curso nombrado Pensamiento Ignaciano por Ignacio de Loyola, no s´’p¿.olo porque haya sido el fundador de los Jesuitas, sino también porque él se dedicó a aprender, discernir, avaluar y analizar la realidad y la manera en que hacemos las cosas. Es por eso que se busca mucho que lleguemos al fondo de nosotros mismos, entender nuestros deseos y anhelos y de esa manera poder encontrar esa felicidad.

Ignacio de Loyola un hombre de gran visión, y por medio de esta descubrió los engranajes de la vida personal y los entresijos de la mente que son los que nos permite, conocernos, evaluarnos y renovar la manera de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y sobre todo mejorar la relación entre nosotros y nuestro Dios. Experimento que en cada uno de nosotros en lo profundo está  Dios, en todas las personas, en las más necesitadas, encontramos a Dios.

Los dos rostros del corazón humano son: la herida y el pozo. Y estos los conceptualizó Ignacio de Loyola, la herida  como lo vulnerable, y el pozo el lugar en donde están todas nuestras fuerzas positivas, y que al utilizarlas podemos salir de cualquier adversidad, no olvidando que todas esas fuerzas cuando ya creemos no poder más nos la da Dios. Estas dos mezcladas son las que caracterizan a cada persona, también lo que puede ayudar a definir los propósitos y el sentido de la vida.

De una manera más desarrollada, la herida a veces puede ser tan grande que no nos permite ver las fuerzas positivas del “pozo” para salir de ella. La herida que puede haber en nuestro corazón puede ser la acumulación de varias situaciones que nos lastiman, muchas de ellas pueden ser por medio de nuestro inconsciente, cosas que vivimos de pequeños, las veces que las cosas no salieron como planeábamos, las veces que sentimos que nuestros padres no nos querían por los regaños que nos daban, las comparaciones entre hermanos o primos que nos hace sentir inferior a otras personas, entre muchas cosas más; todo esto a veces nos hace actuar en contra de nosotros mismos, haciéndonos daño o no aceptándonos tal cual somos; también el daño que ponemos hacerle a las personas que están en nuestro alrededor.

La vulnerabilidad que todas las heridas de nuestro corazón provocan en nuestra vida, surgen por sí mismas, por todo el cansancio y presiones recibidas del exterior; se menciona esto por que como personas que van en busca de la felicidad jamás vamos a buscar el dolor o la tristeza, que al final son el resultado de todo lo que nos lastima por dentro.

Además esto puede desencadenarnos problemas que sean solamente psicológicos que aparentemente no se noten, hasta enfermedades como las compulsiones, las cuales se dan como un medio de defensa a algún medio desarrollado en nuestro cerebro. También puede afectar nuestra autoestima, como se ha mencionado anteriormente, disminuye el amor a nosotros mismos, a los que puede llevar a reacciones desproporcionadas que nos desarrolle “híper sensibilidad” o en otras palabras sentir que todas las personas quieren aumentar esa herida que llevamos en nuestro corazón. Llegando a conclusiones como que “nadie nos quiere” “no servimos para nada” “estoy solo”.  La culpa malsana, también es desarrollada por las heridas de nuestro corazón; puede definirse como la destrucción de nosotros mismos interiormente,  el culparnos de todo lo que pasa y el remordimiento que lleva a la negación del auto perdón, espiritualmente a la misericordia de Dios.

Todos estos síntomas van generando un patrón dentro de nosotros que es negativo, es como que si fingiéramos haber ganado algo, y llegar hasta un punto de presumir que somos personas golpadas y heridas. Si estas heridas están en nosotros, jamás vamos a poder avanzar, es por eso que tenemos que soltar nuestras presiones y todo lo grabado desde nuestras experiencias negativas, para así ir modificando nuestra manera de ser y de comportarnos, adoptar desde ahí nuevas experiencias y encuentro con nuestro yo interno, y con Dios. En el momento que podamos experimentar un encuentro cercano con Dios, con nuestro creador, fundamentara una vida de aceptación y felicidad que harán ver todo de una manera totalmente diferente.

Se ha mencionado todo lo oscuro de nuestro corazón, lo malo y lo deprimente, pero ahora miraremos esa parte que la mayoría de las personas ni la conocen. Cuando nosotros encentramos a un proceso de reconocimiento es el primer paso de la curación de todas nuestras heridas, el dejar todas estas y perdonarnos.  

Se dice que lo que permite a tu pozo existir es el manantial, y el manantial es todo aquello que hay dentro de nosotros que jamás se podría agotar, el potencial más alto, y que pueden ser desapercibidas en nuestra vida diaria estas son: nuestra conciencia y el agua viva. La conciencia definida como esa voz que nos dice lo que está bien y lo que nos ayuda a crecer y a ser mejores y el agua vida que es la presencia actuante y transformante de Dios mismo.

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