Reconciliación con la madre tierra

RECONCILIACIÓN CON LA MADRE TIERRA

La escisión como punto de partida para una reconstrucción y reconciliación con la naturaleza. Según diferentes pensadores como lo fueron Platón, Aristóteles, Descartes, entre muchos otros, han venido reflexionando de ¿Cómo? “La aparición de la cultura occidental ocurre cuando la especie humana da el paso de un ethos del habitar respetuoso a un ethos del habitar bajo relaciones de dominio”. Con las nuevas costumbres y hábitos llegamos a perjudicar de una manera exponencial nuestra naturaleza, el lenguaje de la ciencia moderna considera a la naturaleza como recurso, sin tener en cuenta que de allí venimos y es la fuente de vida para nosotros.

Sumergidos en una burbuja donde no le damos el valor suficiente que la physis necesita, creyendo que es algo inferior, exterior a la especie humana y que esa biodiversidad tan grande que tiene nunca se va a acabar. Hemos dedicado siglos a pensar solo en nosotros los seres humanos y ni así, nos enfocamos a buscar solo el lucro propio, ¿Cómo podemos obtener un mayor beneficio? ¿Cómo podemos enriquecernos tanto económico como terrenalmente?, pero la pregunta en sí, es ¿A costa de qué?, acaso nos creemos Dioses al pensar que tenemos la potestad de explotar y esclavizar a nuestra madre tierra (Gaia), después de todo lo que ella nos brinda. En la relación del ser humano con el entorno, se establece como razón de ser el uso de todos los recursos de forma ilimitada, condición para la expansión del progreso continuo, que es uno de los imaginarios fundadores y fundamentales de la modernidad.  La industrialización ha hecho que cada día busquemos crear nuevas necesidades para la adición de  productos innovadores, lo cual solo perjudica a Gaia, ya que en lo único que pensamos es como lograr una mayor y más grande producción sin razonar en las repercusiones que se tiene en cuanto al medio ambiente. El problema es que  piensan que todo se tiene a mano y que no necesitan retribuir nada a la madre tierra por que hasta el momento, ella sigue siendo permisible, pero ¿Que haremos? cuando se canse de tanta esclavitud.

El ethos ha surgido tan alejado, tan distante y tan enceguecido, de los aspectos tan importantes que tiene la naturaleza, que nos hemos detenido a pensar que aunque nos creemos que todo lo sabemos, no es más que vendas las que no nos permite mirar las allá de nuestro alcance. Hacemos y actuamos sin pensar en las consecuencias, no queremos aceptar que entre la naturaleza y la especie humana hay más que una atadura, hay una fuerte atracción, que de ella dependemos y que deberíamos reponer todo el daño hecho, la relación con la tierra ha sido económica y unilateral, en donde pareciera que el ser humano sólo tuviera privilegios pero no obligaciones.

Para ello nos falta mucho aún, según (El reencantamiento del mundo de P. Noguera) debemos tomar conciencia y empezar a crear y construir un ethos ambiental, una forma mejorada de como morar respetuosamente con lo que nos rodea, el medio ambiente.

Diversas ciencias como lo son la ecología y la antropología, han nutrido los estudios ambientales de elementos para consolidar el modelo de investigación que han venido trabajando en como concientizar a los seres humanos, del alto precio que la naturaleza está pagando por el desarrollo y avance de la ciencia y la tecnología.

“Sin embargo, ese mundo frío y calculado, ese mundo de la máquina, ese mundo desmitificado, puesto al servicio de los hombres, quienes ya no ven en el agua de las fuentes, en la lluvia de las nubes, en el soplo de los vientos, en el ardor del sol, en el rayo de luz… más que recursos disponibles, cuantitativamente eficaces y enriquecedores, ese mundo moderno no puede ser más que un mundo de reservas estadísticas. Quien ha puesto a su servicio los bienes del mundo como reservas disponibles” (El reencantamiento del mundo de P. Noguera), y nos detenemos quizá un momento a preguntarnos en que nos hemos convertido, que paso con la sensibilidad, que paso con la gratitud, que paso con la ética.

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