Relación Intrínseca Entre Eros Y Muerte

I. PLANTEAMIENTO

El Banquete de Platón brinda un sinfín de posibilidades para su análisis, debido a la perspectiva o afinidad que tenga el lector con el texto, sea desde el significado y significación de los conceptos que se utilizan, así como de la estructura del texto, el contexto de aquella Grecia en el que fue escrito, la personalidad peculiar de cada uno de los personajes, la relación entre el Banquete y otros diálogos de Platón, entre otros.

La hipótesis que expongo para el presente trabajo, es la relación intrínseca entre Eros y muerte en el Banquete de Platón, considerando a diferencia de otras posturas, que presentan al Fedón como el diálogo donde Sócrates enfrenta la muerte, en tanto que en el Banquete lo hace hacia la vida, si bien, estas posturas son válidas, no se contraponen con mi hipótesis, que propone una nueva conjetura y no se enfoca a la relación que se ha hecho de los diálogos del Banquete y del Fedón, ni al elogio de Sócrates como tema central de análisis.

Hoy en día nadie puede pretender una originalidad absoluta en un comentario de un diálogo de Platón, pero, a pesar de ello, intentaré ser singular en mis reflexiones, considerando que siempre se pueden apuntar cosas nuevas y por ello no iniciaré hablando de quién fue Platón ni de sus obras, tampoco haré un resumen del texto ni pretendo retomar la estructura del mismo; este trabajo girará únicamente en torno a mi hipótesis, dejando lo demás para resúmenes o reportes de lectura. Es común leer ensayos que te cuentan lo que ya leíste pero en sus propias palabras, en mi caso, pretendo ir más allá a pesar de que se considere aventurado.

II. LA MUERTE COMO TÉRMINO DE VIDA

La muerte humana es un asunto muy esquivo, no sólo por el temor que suscita sino por su acontecer en una zona más allá de toda experiencia comunicable, y a la vez representa una instancia personalmente decisiva ante la cual no cabe la indiferencia. La sombra que sobre ella se cierne no impide, sin embargo, analizar la condición determinada por la existencia de un límite en el tiempo y la conciencia de este límite.

“[…]la muerte se dice de muchas maneras, de tal modo que puede haber inclusive una forma de muerte específica para cada capa de la realidad.” La significación que le damos a la muerte en la actualidad es opuesta a la que le daban en Grecia al escribir Platón sus diálogos, es decir, en nuestros días nos regimos por el logos, estableciendo las condiciones y estilo de vida actual, oponiéndose a la mitología, que fue creada para explicar ciertas cuestiones que en su momento les eran inexplicables desde el ángulo de sus razonamientos, con la mitología explican el universo, el origen del mundo, los fenómenos naturales, así como establecen la genealogía de deidades que regían el estilo de vida; por lo tanto, en la mitología griega Thánatos, era la potencia divino-religiosa de la muerte no violenta, considerándosele no como un mal, en tanto que actualmente es (Del lat. mors, mortis) Cesación o término de la vida.

III. FACETA SUPERIOR E INFERIOR DE EROS

Todo el diálogo del Banquete gira en torno a Eros, de lo que es y lo que no es, retomaré los dos primeros discursos para mi fin, el de Fedro y el de Pausanias.

El primer discurso a cargo de Fedro, aborda a Eros como el causante de los mayores bienes para los hombres, esos bienes eran la virtud y la felicidad, “[…]afirmo que Eros es, […]el más eficaz para asistir a los hombres, vivos y muertos, en la adquisición de virtud y felicidad.” , es quien inspira el valor y sacrificio personal, aquel por el que están dispuestos a morir los amantes como el mayor de los sacrificios “[…]a morir por otro están decididos únicamente los amantes, […]” y menciona como ejemplos de ello a Alcestis y Aquiles, en tanto que el de Orfeo se muestra como oposición del valor y sacrificio personal.

La siguiente alocución, la de Pausanias, discípulo igualmente de los sofistas, siendo entonces de la misma cepa intelectual que Fedro, viene a resaltar, de hecho, lo mismo que Fedro, sólo que enmascarándolo en una mitología filosófica. Pausanias se opone abiertamente a Fedro, en apariencia por lo menos, en cuanto que según aquél no se puede hacer elogio del amor, así sin más, porque no hay uno, sino dos amores, de los cuales sólo uno puede ser laudable, y el otro, por el contrario, vituperable, “[…] qué Eros hay que elogiar, para luego elogiarlo de una forma digna del dios.” , expone así, dos facetas de Eros, la de Urania y la de Pandemo, la superior y la inferior.

[…], el Eros de Afrodita Pandemo

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