Resumen El Alma Humana Santo Tomas De Aquino

Santo Tomas de Aquino en esta lectura la cual tratará de conciliar con creencias básicas del cristianismo como son la creación y la inmortalidad del alma. Asegura que el hombre está compuesto de forma y materia. La unión entre cuerpo y alma es sustancial y no accidental. Por lo tanto el hombre es un compuesto sustancial de alma y cuerpo, que la forma cuerpo está representando al alma. El cuerpo constituye el principio de ser individuo; el alma le da al hombre su condición en cuanto tal. Afirma que un cuerpo puede de alguna manera ser principio vital al modo como lo es el corazón en los animales; pero ningún cuerpo puede ser, en cuanto tal, el primer principio de la vida, o ser viviente; pues de lo contrario todo cuerpo seria viviente, o principio de la vida. Más para que se puedan conocer cosas diversas es preciso que no se tenga ninguna de ellas en la propia naturaleza, porque las que naturalmente estuvieran en ella impedirían el conocimiento de las demás. El principio de la intelección tuviese en si la naturaleza de algún cuerpo, ya que cada cuerpo tiene una naturaleza determinada. Hace mención a lo que por sí mismo tiene el ser no puede ser producido ni destruido sino en razón de su propia naturaleza. La inmaterialidad que hay en el alma y su subsistencia son sus principales características, lo cual la hacen inmortal. Por consiguiente, las almas de los irracionales se destruyen con sus cuerpos, mientras que el alma humana no puede ser destruida a menos de serlo en sí misma. Dice que las cosas en ella recibidas están exentas de contrariedad; ya también porque los conceptos de cosas contrarias no son contrarios en el entendimiento, puesto que una misma es la ciencia de los contrarios. Por eso todo lo que posee entendimiento desea, naturalmente, existir siempre.

Opinión

A través de esta lectura: El Alma Humana de Santo Tomás de Aquino nos lleva a ver desde su punto de vista lo que es el alma del ser humano. Tomás de Aquino nos deja saber que el alma es la forma del cuerpo, y juntos hacen una sola entidad o sustancia. No consideramos nuestros cuerpos como algo que podemos utilizar y luego botar como basura que no funciona. No obstante, en un sentido real, yo soy mi cuerpo. La muerte puede separarnos del cuerpo por un tiempo, pero el alma no está completa hasta que estén unidos otra vez en sola sustancia. El hombre es un compuesto sustancial del cuerpo y alma, inseparables. Aun así, el alma sigue siendo mucho más divina, por así decirlo, que el cuerpo, que si bien ya no es entendido como sede únicamente de las pasiones, y como tal solo adherido a los placeres.

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