Salud, Tolerancia Y Union

Salud, Tolerancia, Unión, son tales las palabras que repetimos incesantemente dentro de nuestros templos, lo hacemos en forma tan mecánica, que pocos se preguntan el porqué de ellas, su significado, su simbolismo. sin embargo allí están, desde los tiempos que el mismo tiempo no recuerda ya Cuando hablamos de salud, tal vez pensando en la propia, alivianados de nuestros inevitables egos tal vez lleguemos a encontrarle un significado más amplio y más profundo.

Cuando hablamos de salud, no necesariamente hablamos de la propia, sino la del conjunto, es decir, de la Institución, de la Masonería como un todo. Hablar de salud es hablar de una masonería sana, más no del sentido físico, sino en el figurado Salud en la masonería es hablar de una Institución sana donde "se cavan pozos profundos a los vicios", donde gobiernan las virtudes dentro de nuestros templos. Una masonería donde reina la salud es una masonería fuerte.

Y solo una masonería con salud es una masonería fuerte y solo una masonería con salud y fuerte es capaz de cumplir con su cometido, que no es otro que hacer el bien a la sociedad entera, ser la vanguardia del progreso y el bienestar social, ser la luz que ahuyenta las tinieblas del oscurantismo circundante. Pero la salud que necesitamos requiere de la tolerancia, esa capacidad ilimitada de entender, de comprender y de asumir la existencia de los demás y por ende de sus derechos inalienables. La tolerancia implica un estado de elevada conciencia para ser capaz de reconocer la multiplicidad de opiniones, pensamientos, sentimientos y aspiraciones que nutren a nuestros semejantes. En esa diversidad de caracteres y personalidades humanas, es el reflejo de la diversidad de la naturaleza misma a la cual profesamos una eterna admiración, fuente principal de nuestros conocimientos.

La verdad puede ser única y exclusiva, mas nuestras propias limitaciones humanas nos permiten siempre acercarnos a ellas y mucho menos conquistarla. En virtud de ello, entre los hombres no existe la verdad absoluta, como no existen dos seres idénticos, física y mentalmente. La conciencia de la perfección relativa de la verdad, variable para cada quién, es la fuente principal de la tolerancia. Por ello es que la tolerancia se constituye en la misma expresión de la humanidad. Y cuando ésta no se da, desaparece la tolerancia. Igualmente podemos presumir de una masonería sana y fuerte, rebosante de salud. Cuando no existe la unión, mayor grado de inteligencia y sabiduría, mayor será la conciencia de una necesidad de unión.

Cuando uno de nosotros, trabaja individualmente para cumplir sus metas personales, jamás logrará sumar lo que se consigue trabajando juntos en armonía, en perfecta unión A mayor grado de ambición y egoísmo, menor será la conciencia de una necesidad de unión, la cual nunca podrá ser genuina cuando unos pocos persigan metas propias y antagónicas a la meta que se fija la mayoría. Y donde no existe la unión no se da el verdadero sentimiento de la fraternidad, mediante el cual todos se ven, unos a otros, como auténticos hermanos. Por ello es que cuando no existe la humildad, tampoco puede existir el espíritu de unión. Y cuando no existe unión somos incapaces de servir y hacer el bien. Cuando mencionamos las palabras: Salud, Tolerancia, Unión debe ser para recordarnos que la masonería nació como una necesidad social, asumiendo la responsabilidad de confortar, educar, guiar a los perseguidos y desprotegidos del mundo. La masonería nació para servir, practicando la filosofía moral y sola puede lograrlo con salud, tolerancia y unión al interior de sus filas.

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