Tema: El mundo de sofia.

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Instituto Profesional De Chile

Sede República

Departamento de Trabajo Social

Curso de Trabajo Social y Epistemología

Primer año / Sección 1

Ensayo Del Libro “El Mundo de Sofía”

Integrantes: Johanna Vega

Belén Riveros

 Catalina Castillo

                                                                            Fecha: 22/08/16

Docente: Carlos Miranda

Clase: Trabajo Social y Epistemología

Introducción

En el presente ensayo nos referiremos al libro “El mundo de Sofía”  una novela del autor Jostein Gaarder. Este libro guarda relación con la filosofía, esta temática nos es presentada de forma didáctica, personificando en una adolescente los dilemas y los primeros cuestionamientos que se hacen entorno al ser humano y su existencia. El autor hace una guía básica sobre la historia de la filosofía occidental. Todo comienza cuando la protagonista recibe una carta con la pregunta; ¿Quién eres? ¿De dónde vienes?, esto da pie a que reciba clases de filosofía por correspondencia, las cuales nos irán explicando brevemente el rol que juega la filosofía en la historia de la humanidad.

Resumen / Abstract

En esta novela filosófica de Jostein Gaarder, la historia trata sobre una adolescente de 14 años, y que el 15 de junio cumpliría 15 años. Ella vivía con su madre, porque su padre trabajaba en una petrolera en el extranjero, lo que le impedía estar presente. Un día recibe una carta extraña con solo dos preguntas; ¿Quién eres? ¿De dónde vienes?, lo que hizo que se cuestionara ciertos aspectos de su vida. De esa forma abre su mente,  indagando sobre quién es, más allá de su vida como la conocen los demás y como cree que es ella misma

Conceptos claves

Tener plena conciencia de que existimos, es el primer indicio que nos logra dar el autor en el primer capítulo del libro “El jardín del edén”:

“Era como si fuese una muñeca que por arte de magia hubiera cobrado vida. ¿No era extraño estar en el mundo en este momento, poder caminar como por un maravilloso cuento? Sherekan saltó ágilmente por la gravilla y se metió entre unos tupidos arbustos de grosellas. Un gato vivo, desde los bigotes blancos hasta el rabo juguetón en el extremo de su cuerpo liso. También él estaba en el jardín, pero seguramente no era consciente de ello de la misma manera que Sofía. Conforme Sofía iba pensando en que existía, también le daba por pensar en el hecho de que no se quedaría aquí eternamente.”^[1]

Quizá con esta cita podamos inferir que para saber quiénes somos, debemos de tener conciencia de que existimos, de que estamos en este preciso momento, aquí, y eso nos puede hacer remontarnos al origen donde simplemente abrimos los ojos y nos plantamos en el mundo, creando medios para subsistir. La sensación de vacío también nos da una perspectiva de presencia, y el temor a salirse de tal existencia, y observar el vacío,  pensar que no tenemos conocimiento de qué habite en él, crea incertidumbre. Toda esta reflexión sirve de guía para llegar a la pregunta en la segunda carta recibida por Sofía; ¿De dónde viene el mundo?, cuando pensamos en este preciso cuestionamiento vienen más preguntas que respuestas, y es evidente que en la historia han surgido variados autores, corrientes, culturas, religiones que han intentado responderlo. ¿Solo tenemos plena conciencia de que existimos y ya está? Resulta muy interesante la perspectiva que tiene la protagonista al pensar que una cosa creo a la otra, y cuestionarse así la religión y la existencia de dios, la que había dado por correcta todo el tiempo sin pensar o cuestionar nada sobre ello.  

En algún momento de la vida es crucial salir de la “zona de confort” que uno mismo como individuo crea para estar a salvo de las realidades incómodas, y las formas directas de enfrentar la vida, resulta curioso ese temor a cuestionarse la realidad y todo lo que ya resulta constituido, pero esto fue el hincapié por parte de los griegos para asentar las bases de la filosofía como la conocemos hoy en día.

A pesar de que el libro tenga una temática cotidiana a simple vista, aborda temas profundos, que de manera más común van explicando los inicios y la transformación de la filosofía  hasta la filosofía contemporánea y la concepción de distintos autores a lo largo de la historia que han hecho razonamientos sobre temas importantes. Y esto lo puedo correlacionar con las bases de algunas culturas y religiones que hablan sobre sus representaciones del entorno y lo que logra percibir del mundo,  de su propia existencia:

“El número tres es sagrado en todas las religiones. Tres son las formas del Fuego: el Sol en el Cielo, el Relámpago en el Aire y el fuego del sacrificio en la Tierra. Los maniqueos dividían el tiempo en tres momentos: el anterior, cuando el mundo no existía aún, el medio, en el que se debatían la Luz y la Tinieblas y el posterior, con la ocupación definitiva de la Luz. Los sumerios organizaron su panteón alrededor de tres dioses: An, el Cielo; Enlil, el Viento; y Nin-ur-Sag, la Montaña. Los asirios estaban regidos por una trinidad: Assur, Anu e Ishtar. Entre los fenicios se veneraba a la trinidad compuesta por El, Astarté y Baal. El Dios cristiano toma tres formas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. El Mahâbhârata dice: «lo trino es perfecto».
Bajo el nombre de Trimûrti se designa las tres deidades más importantes del panteón hindú, asumiendo la función de la Creación (Brahma), de la Conservación (Vishnu) y de la Destrucción (Shiva) de todo el mundo fenoménico.”^[2]

Desde nuestro punto de vista; vemos a las religiones y  mitologías de algunas culturas como una metáfora que aborda la base del conocimiento que absorbieron y fueron adquiriendo, desde la búsqueda del ser humano por justificar su existencia y la de su entorno. Esto se puede ver desde la historia primitiva, representado en el arte rupestre, más tarde con las civilizaciones y sus complejas visiones del mundo, que para muchos son tomadas de forma literal, pero era una creación minuciosa sobre lo que ellos reflejaban sobre su propia existencia y lo que significaba la muerte, un arte materializado en historias y creencias. En el momento en que se plantan en la mente esos cuestionamientos verdaderamente importantes sobre la existencia, la permanencia y la muerte, dejan de importar los ámbitos más cotidianos o banales a los que está acostumbrado todo el mundo, y se conecta con el origen. También tenemos como ejemplo de los griegos, el mito de Prometeo, en el que los hombres habían sido privados del fuego (Conocimiento) por Zeus, y el dios Prometeo al sentir amor por los mortales robo el fuego desde el Olimpo y se lo entrego a los humanos, a pesar de que esto le traería graves consecuencias, ya que Zeus lo enviaría al Cáucaso para que lo encadenaran y un Águila devorara su hígado cada día, y así cada noche se regeneraba, y así sucesivamente. Aunque más tarde fue liberado, muchos le adoraban por ser el portador de la liberación para los seres humanos. Los griegos llamados “filósofos de la naturaleza” siempre intentaron explicar los procesos naturales de forma mítica, quizá para darle un sentido real y justificable a nuestra existencia.

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