ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Teoría De Las Mónadas


Enviado por   •  19 de Mayo de 2013  •  702 Palabras (3 Páginas)  •  493 Visitas

Página 1 de 3

Se puede afirmar que la metafísica de Leibniz es la teoría de las mónadas, la cual desarrolla en su libro con ese mismo título.

En primer lugar, la mónada es substancia como realidad en si y por si, pero no como contenido del pensamiento, que no es substancia extensa, porque la extensión para este filósofo es el orden de las substancias.

Las mónadas no son materiales, ni extensas, ni divisibles, ni duales; son únicas y no se pueden tampoco identificar con los átomos, porque los átomos son materiales y extensos y hasta divisibles, porque de acuerdo al cálculo infinitesimal, como substancias extensas siempre será divisibles.

La mónada sólo puede ser fuerza, energía, vigor. Pero esa fuerza no es material como la conocemos en nuestra experiencia sensible, que es definida por la capacidad de un cuerpo para poner a otro en movimiento. Su fuerza es la capacidad de obrar, actuar.

La mónada sólo puede ser fuerza, energía, vigor. Pero esa fuerza no es material como la conocemos en nuestra experiencia sensible, que es definida por la capacidad de un cuerpo para poner a otro en movimiento. Su fuerza es la capacidad de obrar, actuar.

La mónada es substancia activa, psíquica, la capacidad de variar nuestro estado interno.

La mónada es individual y jamás puede ser igual a otra, además es simple y tiene percepción y apetito, o sea que tiende a pasar de una percepción a otra.

La mónada es la realidad metafísica que denominamos yo, que se rige por una ley espontánea contenida en ella misma y no recibe nada del exterior; y en cualquier instante de su realidad contiene una reducción del mundo entero, todo el pasado y todo el porvenir.

Cada mónada es un reflejo universal oscuro y confuso desde la perspectiva individual.

Hay mónadas que perciben y también aperciben o sea que tienen conciencia que están percibiendo; tienen apercepciones y memoria y se las denomina almas, que en la jerarquía metafísica les corresponde un plano superior al de las mónadas que sólo perciben, sin tener conciencia, ideas confusas.

Por ejemplo, no tenemos conciencia de la serie de cada uno de los sonidos que conforman el ruido que hacen las olas del mar, sino del conjunto; y continuamente percibimos cosas sin darnos cuenta de ello.

Leibniz llama espíritus a las almas o mónadas que tienen la facultad de intuir las verdades de la razón.

En el punto más alto de la jerarquía de las mónadas está Dios, que es la mónada perfecta, donde el mundo se refleja desde todos los puntos de vista.

Dios crea las mónadas poniendo en ellas la ley de la evolución interna para que estén en correspondiente armonía entre sí, o sea que entre las mónadas hay una correspondencia armónica preestablecida por Dios.

En el acto

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (4.2 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com