Transformación rápida y el status de los Valores

Transformación rápida y el status de los Valores

Las transformaciones rápidas en los campos de la ciencia, la técnica y la tecnología que promueven nuevas formas de vida en todos los aspectos humanos y de la cultura afectan profundamente las concepciones, las creencias y la filosofía de vida del hombre de nuestros tiempos sembrando dudas, inquietudes e interrogantes acerca de los valores sociales e individuales. Producto de todo este maremágnum expresamos que existen crisis de valores, en la sociedad y en la educación y anonadados por la incontenible fuerza del progreso de la humanidad, en donde la dinámica de los acontecimientos nos arrastra y el vivir, a la vez que se hace más complaciente es menos seguro y más temeroso, nos hacemos de una vida angustiosa. Queremos hacer un alto para buscar los cimientos de una moral que permita a la sociedad volver al significado vivencial de los valores del hombre. La educación formal e informal juega un papel en la lucha por el rescate de los auténticos valores sociales e individuales del hombre.

En el orden de la familia, si se quiere ajustar aquí la vigencia y vivencia de los valores, la situación es aterradora por cuanto que la familia, como en verdad se ha dicho, se ha convertido en un refugio al que huimos para protegernos del mundo. El padre, la madre y los hijos acuden al hogar para liberarse temporalmente de las presiones de la vida exterior. Amén del alto porcentaje de hogares rotos de divorcios, del trabajo de ambos fuera de la casa, de las largas distancias que se recorrer para llegar al puesto de trabajo que exigen madrugar para salir y anochecer para llegar a casa.

Las contradicciones producidas por los mismos acontecimientos mundiales de las guerras de nuestro siglo, en donde hombres educados han inventado bombas atómicas contra poblaciones humanas y donde hombres científicos, civilizados y cultos amenazan con el dominio nuclear a millones de seres humanos con sus pruebas, sus ojivas y el armamentismo, hacen más difícil la vigencia de los valores; así mismo, como factor, en el mundo de confusión y apatía que vemos a nuestro alrededor en la actualidad está el desvanecimiento de la vieja tradición religiosa, en el que su afecto o influencia ha disminuido sobre la vida familiar. Del mismo modo la llamada no violencia y la paz es algo difícil de construir en la mente de los niños como una realidad cuando el mundo circundante los envuelve en una incertidumbre.

Un nuevo orden moral se impone en nuestros tiempos. Los actos negativos en todos los órdenes de la vida social y particular llenan de desesperanza, pesimismo y angustia la conciencia de la humanidad. La desvalorización de la verdad ha llevado a la degeneración a gran parte de los miembros de la sociedad. La manipulación del poder de su basto campo de dominio, ha sembrado una secuela de anti-valores que han trastocado los cimientos de la sociedad.

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