UNA MIRADA A LA ÉTICA - LA MORAL Y EL DERECHO

UNA MIRADA A LA ÉTICA, LA POLITICA Y EL DERECHO

La actitud común de las personas frente a la moral es simultáneamente de aceptación y de rechazo. Aunque en la mayoría de los casos resulta paradójico, cuando la hacemos parte de nuestras vidas y la hacemos a un lado para escapar de sus requerimientos. Y este es un ejemplo clásico de ello, cuando los políticos saquean descaradamente el erario público, se denuncia la inmoralidad pública y se pide su asidua moralización; pero, al tiempo en que se critica dicha acción, muchos no tienen inconveniente en hacer pequeñas trampas en los impuestos y los negocios, observando como normal la preferencia por los amigos, el uso de las palancas y otras similares. Todo el mundo está de acuerdo con la orientación sexual en los colegios, el respeto por la sexualidad y la igualdad de géneros, el rechazo al aborto, el amor libre, pero poco importa si los adultos no cumplen con estas normas.

Si bien, es una pequeña muestra de lo que la sociedad aparenta. Esta doble actitud revela un hecho elemental no solo hoy, sino desde siempre, que la vida en sociedad necesita una serie de normas que aseguren la paz y el orden entre los individuos, de manera que los intereses particulares no atenten contra los intereses comunes. Es así, que se imponen los principios de comportamiento en los que todos deben obedecer, como el respeto por la vida, los bienes, el respeto a las instituciones, mecanismos que hacen nacer la organización de las buenas políticas y que a su vez constituyen los Estados, sobre la base del derecho y la proyección de sus leyes como constructor general de sí mismo y de la aceptación social.

Es por ello, que las ideas de Sócrates, Platón y Aristóteles convergen en un ideal universal que es el hacer hombres buenos de la sociedad de su tiempo, a través del manejo y la observancia de las virtudes que contemplan la formación del Estado; tendiente a la perfección del hombre como ser natural que decide sobre sus actos, necesita saber cuál es su fin, el bien de su naturaleza que le es propio y al que tiende de un modo natural. Sin embargo, no es consecuente ya que dependía exclusivamente, de la capacidad intelectual y la congruencia entre los sabios, aun sabiendo que podrían alojarse en la incertidumbre y el escepticismo de su tiempo.

En hora buena, los filósofos modernos concentran su filosofía en agrupar estos conceptos de una manera más objetiva y realista dada las condiciones históricas y sociales de su tiempo. Sin olvidar, que son la base fundamental del derecho moderno y del cual hoy dependen la mayoría de las jurisprudencias de las sociedades y los estados actuales.

Con respeto digo que es un mundo inagotable de posibilidades intentar agrupar todos estos presupuestos en una cuartilla ya que como el modulo mismo lo presenta, resulta importante detenerse a analizar cada aspecto de su contenido para objetivar

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