Un valor fundamental

El ser humano es el fundamento de todo valor, con esto identificamos los valores que ayudan a fortalecer la dignidad humana, y además a distinguir los que establecen el marco axiológico de todo ser humano.

Un valor fundamental de todo ser humano es la libertad siendo el eje rector de su propia identidad y de esta forma descubrimos el valor de la dignidad de la vida humana.

Por otro lado tenemos a la autoestima que nos hace tener plena seguridad de nuestra capacidad para superar los momentos difíciles de nuestra vida. Encontrar un equilibrio en la vida y no dejarse llevar por el placer.

En las etapas del ser humano está presente el deseo de superarse a sí mismo y lograr las metas y objetivos.

Las personas estamos dotadas de un sinfín de valores, pero cada individuo puede decidir vivir su vida con base en ellos o abandonarlos.

La honradez es un valor universal y global, fundamental para la convivencia humana, y con esto analizamos el verdadero valor de la felicidad y su importancia en la vida de nosotros los humanos.

Saber agradecer es un valor en el que pocas personas pensamos; la gratitud es un modo de ser en el mundo y se da entre personas de noble carácter y de conducta irreprochable.

La confianza en nosotros mismos nos abre las puertas a la propia existencia, crea una atmósfera de esperanza e ilusión que nos permite movernos y dota a la vida de sentido. El valor de la gratitud no sólo nos ayuda de manera individual, sino que tiene el poder de transformar a sociedades completas.

Otra cosa muy importante es la adquisición de disciplina que es la capacidad de exigirnos a nosotros mismos un mayor esfuerzo en las tareas que realizamos.

No debemos olvidarnos de algo muy importante el valor del respeto basado en la verdad, la autoridad y la obediencia, cuyo fin es construir una sociedad con una convivencia armónica y entonces reconocerá el valor de la sinceridad como forma de dirigirnos a nosotros mismos y a los demás que tiene por objeto conducir nuestra vida con congruencia.

La religión sea cual sea, es la manera de relacionarnos con aquello perfecto a lo que aspiramos, en lo que tenemos fe, en lo que confiamos aun sin tener “pruebas” fehacientes o hechos demostrables experimentalmente.

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