Aporte De Lo Afrodescendientes

Aporte de lo Afrodescendientes

El camino hacia la construcción de una sociedad más justa y solidaria –en este aspecto- ha sido un proceso lento en el cual los Afrodescendientes se han encontrado con todo tipo de dificultades y tropiezos a efectos de superar la discriminación racial en Uruguay.

En 1787 el Cabildo de Montevideo libra el tráfico negrero a la Compañía de Filipinas exigiéndole la construcción del denominado “Caserío de los Negros” a orillas del arroyo Miguelete, actualmente demolido, del cual se dice que aún existen cimientos en los actuales terrenos de ANCAP.

Francisco A. Maciel, García de Zúñiga, la propia Compañía de Jesús (expulsada en 1767), poseían esclavos negros para el trabajo en la Calera de las Huérfanas (Colonia) que proveía de cal a Buenos Aires y Montevideo.

Largo, penoso y paulatino fue el proceso de emancipación del NEGRO hasta la abolición de la esclavitud en 1853, imperando diversas situaciones y modalidades de existencia: negros fugados o cimarrones que buscaban incorporarse a algún “kilombo” (campamentos de fugados) o incluso a alguna toldería de indios por el norte del Río Negro; negros libres que obtenían su libertad comprándola, pasando a llamarse “libertos” (libres con limitaciones).

Es muy claro también que la abolición no resolvió la inserción del NEGRO en la sociedad como ciudadano plenamente libre, dejando para ellos actividades como mano de obra barata, integrantes del ejército, o simplemente desocupados y marginados socialmente.

Con las profundas desigualdades y discriminación por tan extenso período, la comunidad afrodescendiente nunca perdió la senda que permitió convertirla en un verdadero símbolo de identidad cultural con notables aportes a la sociedad, la cultura y las costumbres de la región.

Sus aportes al idioma, por ejemplo, han sido notables, con palabras ya incorporadas a nuestro acervo cultural, tales como cachimba, candombe, macumba, mandinga, quilombo, malambo, milonga, tango, zamba, lubolos, etc.

Sus aportes a la música y a la danza con el candombe, el tango y el tamboril han sido de indudable trascendencia y significación.

Según Lauro Ayestarán la designación Candombe aparece por el 1830 como sinónimo de “danza negra en general”. En 1935 Luciano Lira publica una letra de candombe de Acuña de Figueroa lo que le da mayor celebridad a dicha música.

Sin dudas sus aportes al Carnaval superan con creces los destaques y promoción logrados a nivel nacional e internacional, manifestación cultural que con matices se impuso en todos los departamentos del Uruguay como símbolo de integración cultural, impulso al turismo y fortalecimiento de actividades compartidas en el Interior del país.

Otro aspecto importante a resaltar es la vida propia de alegría contagiosa y costumbres

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