Aztecas

                                                                 AZTECAS

El ascenso, expansión y caída del imperio azteca, se llevan a cabo en el escenario de las ásperas mesetas de México Central.

En este Valle de México, se presentan una red de lagos y lagunas poco profundas, unidos entre si y circundados por volcanes en actividad. Los fértiles suelos volcánicos de ese valle sustentaron una serie de civilizaciones expansionistas.

La ecología del valle de México fue un factor determinante de la importancia de la región y un rasgo fundamental en la sucesión de estados expansionistas.

La diversidad ecológica de la región imponía el intercambio de productos y fomento por ello la aparición de la economía de mercado y la naturaleza expansiva de Teotihuacán (seguir)

………. En los siglos xiii y xiv el valle de México se había fragmentado en ciudades-estado rivales y en frágiles alianzas, cada una de las cuales luchaba militar e ideológicamente, proclamándose heredera de los toltecas. A comienzos de xiv aparecieron dos confederaciones no muy sólidas que parecían abocadas a un enfrentamiento más importante, uno eran los tepanecas y los otros los acolhuas. En el medio de crecientes alianzas de tepanecas y acolhuas, los estados menores pugnaban por la supervivencia. Por este panorama vagaba un insignificante grupito, los mexicas en busca de tierras propias.

Los orígenes de los mexicas son oscuros, eran uno de los muchos grupos norteños influidos por los toltecas que entraron en el Valle de México después de la caída de Tula.  A todos estos pueblos del valle, del postclásico tardío, se les llamo aztecas.

Los vagabundeos mexicas finalizaron con la fundación de su capital, Tenochtitlan en la primera mitad del siglo xiv, que luego más tarde los mexicas fundarían la ciudad de Tlatelolco.

A mediados del siglo xiv los mexicas estaban instalados en las dos islas de Tenochtitlan y Tlatelolco. Por esa época se convirtieron en vasallos de la poderosa alianza tepaneca, que controlaba la tierra firme al oeste. La participación en la alianza tepaneca acelero la evolución cultural de los mexicas. Los tepanecas adiestraron a los guerreros mexicas para su posterior papel de imperialista militar y proporcionaron un modelo de sociedad enormemente estratificada que alentaría las ambiciones de la naciente clase guerrera mexica.

Es difícil averiguar la naturaleza concreta de la sociedad mexica antes de su repentina ascensión al poder imperial, en 1428.

Cuando los Aztecas llegaron a la cuenca no existía mucha tierra disponible para ser colonizada, y se fueron asentando como intrusos en un lugar y otro.  Hasta que llegaron a unas islas pantanosas deshabitadas, cerca de la orilla oeste del lago Texcoco. Allí según la leyenda, vieron un águila con una serpiente en el pico posada sobre un cactus: señal de que allí debían establecer su capital. Los pueblos gemelos de Tenochtitlan y Tlatelolco se fundaron en la isla en 1325 0 1345. En 1367 los aztecas estaban sirviendo como soldados mercenarios a Tezozomoc. Las ciudades aztecas crecieron grandes y prosperas.

ASPECTO SOCIAL:

A los aztecas se les dieron más responsabilidades en la administración de los estados conquistados, y fueron recompensados con un reparto de tierras y con tributos ganados por Tezozomoc, cuando fue triunfador.  

Después de la muerte de Tezozomoc , se provocó una rebelión azteca, donde el tlatoani, soberano de ataenochtitlan, extendió el poder interno.

En 1434, los soberanos de Tenochtitlan, Texcoco y la menos poderosa ciudad de Tlocopan formaron la triple alianza. Obligaban a soberanos de otros pequeños estados a pagar tributos.  La parte mayor del tributo agrícola recaudado era guardada por el tlatoani, el resto se distribuía entre los nobles.  Después de asegurado el control de la Cuenca, los soberanos de la triple alianza iniciaron un control a gran escala del agua y conquista de áreas marginales.

Itzcatl ordeno la construcción de una calzada que uniera Tenochtitlan con los pueblos de las orillas del lago. Su sucesor, Moctezuma I, retomo la renovación del templo dios patrón de los aztecas, Huitzilopochtli. Y también la construcción de un gran palacio y un dique.

Sus ejecitos realizaron muchas conquistas tantas en el norte y sur de la Cuenca. Hacia 1500, la triple alianza controlaba un territorio de 200.000km y una población de 10 millones  de personas. El dominio azteca fue fuertemente afianzado cuando Moctezuma II consiguió conquistar las tierras de Texcoco.

Tenochtitlan en este tiempo tenía una población de 200.000 habitantes. La misma ciudad estaba unida mediante canales y calzadas a los centros provinciales cercanos y con los suburbios formaba una gran Tenochtitlan con 400.000 habitantes. En el centro de Tenochtitlan había un recinto sagrado dominado sobre el cual estaban colocados 2 templos gemelos del dios de la lluvia y del sol.

La sociedad azteca estaba estratificada en clases: los pipiltin, gente de la nobleza que concentraba cargos importantes, tanto sacerdotales como administrativos y militares; y los macehualtin o gente del pueblo, dedicados a diferentes tareas dentro de la producción artesanal y agrícola. Cada una de ellas, tenía niveles internos según el quehacer de sus componentes. Los habitantes de Tenochtlan pertenecían a un calpulli, formado por familias de señores descendientes de un linaje antiguo que contaban con tierras que a su vez eran trabajadas por muchas familias de macehuales que tributaban al señor principal del calpulli, siendo este la unidad fundamental de la sociedad mexicana.

Los miembros del calpulli practicaban la misma especialización manufacturera. Cada calpulli estaba internamente jerarquizado. Los calpultin de diferente rango componían juntos cada uno de los cuatros sectores en los que Tenochtitlan estaba dividido. En la clase más baja estaban los mayeques, campesinos, desplazados y conquistados.

El calpulli era la unidad básica de la pertenencia social en la primitiva sociedad mexica, así como la principal unidad residencial. Los miembros poseían en común las tierras del calpulli, que eran inalienables, aunque a cada familia se le asignaba el usufructo de un determinado trozo de tierra, que se transmitía a sus herederos con tal de que estos siguieran cultivando las parcelas de propiedad común. Los calpultin servían también como unidades organizativas para otras funciones: cada barrio calpulli poseía sus propias escuelas y su propio templo, y los guerreros del calpulli habitualmente luchaban juntos en un escuadrón.

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