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Ensayo Del Libro Introduccion Ala Revolucion Mexicana

kellycruzp15 de Octubre de 2014

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INTROCUCCIÓN HISTÓRICA A LA REVOLUCIÓN MEXICANA

AUTOR: JAVIER GARCIA DIEGO

MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

La nación mexicana ha tenido como base las grandes gestas heroicas: la independencia, la reforma y la revolución. En ellas ha encontrado su guía y su sendero. En ellas encontró los principios de igualdad, de libertad y de justicia que regirían su porvenir.

El México que hoy tenemos, un México democrático, de leyes y de libertades, está orgulloso de sus orígenes. Es un país unido, que está agradecido y rinde tributo a sus padres fundadores y continúa marchando por la senda que ellos y miles de mexicanas y mexicanos heroicos abrieron.

Cien años después del grito de dolores la nación mexicana había crecido y madurado sin embargo, no había logrado resolver problemas profundos y ancestrales.

La desigualdad, la marginación, la falta de democracia y de libertades políticas se convirtieron en un obstáculo que impedía cristalizar el proyecto de país creado por la gesta independista.

Por eso, en 1910, Madero el apóstol de la democracia, al llamar a derrocar a un gobierno ilegitimo, expreso en el plan de san Luis.

“Los pueblos, en su esfuerzo constante por que triunfen los ideales de libertad y de justicia se ven precisados en determinados momentos a realizar los mayores sacrificios”.

“Nuestra querida patria ha llegado a uno de esos momentos; una tiranía nos oprime de tal manera que ha llegado a hacerse intolerable…”.

Millones de campesinos, de trabajadores urbanos, de mujeres y hombres de todos los sectores sociales siguieron ese llamado, derrocaron a la dictadura y pusieron los cimientos de un México nuevo, moderno democrático, equitativo.

La revolución se convirtió así en otro gran momento fundacional de la Nación Mexicana.

La revolución creo un nuevo pacto social y un nuevo Estado. Estableció un marco institucional y jurídico avanzado, progresista, con énfasis en la justicia social, que ha sido y es un ejemplo para los mexicanos y para el resto de los países.

PRESENTACIÓN

Conocer la historia de nuestro país es saber cómo los mexicanos hemos llegado a hacer los que somos; significa tener conciencia de nuestros orígenes y de nuestra entidad, de los problemas y las adversidades que enfrentaron nuestros antepasados, así como de lo que lograron en relación con las aspiraciones e ideales por los que lucharon. Entender el pasado de México nos ayuda entender nuestro presente. Esas enseñanzas históricas nos dan fortaleza y nos permite enfrentar los retos que tenemos por delante: afianzar la gobernabilidad democrática; consolidar el Estado de Derecho, garantizar los derechos sociales de todos los mexicanos, especialmente de quienes tienen menos recursos, y consolidar un país equitativo e incluyente.

La historia es nuestra gran educadora, es la disciplina que nos permite establecer el vínculo entre pasado y presente. Gracias a la historia podemos saber de dónde venimos y comprender mejor la sociedad que estamos construyendo. La historia siempre ha sido una herramienta de la cual sacamos valiosas experiencias y ejemplos que nos permiten estar mejor preparados para superar los retos del presente.

La lectura te remontará a los antecedentes y momentos por los que atravesó el movimiento revolucionario que recorrió México de norte a sur. Sabrás más de las crisis del “porfiriato”, de la conformación de la triple alianza de campesinos, obreros, y clases medias de los orígenes y la evolución del movimiento antirreleccionista y de la manera de pensar y los rasgos de carácter de su líder, Francisco I. Madero. Al adentrarse en el relato descubrirás por qué esos hombres tomaron ciertas decisiones y cuáles fueron las repercusiones de las mismas; y cómo fue que se gestaron los enfrentamientos entre “los victoriosos ejércitos rebeldes”: constitucionalistas, villistas y zapatistas.

Aquí encontraras las razones que obligaron a Carranza y a su grupo a decidirse por la redacción de una nueva constitución y lo que esta significo en el “proceso de transformación que había experimentado el país, al pasar del México porfiriano al revolucionario”, según palabras del autor. Finalmente llegarás al comienzo de México posrevolucionario.

CRISIS DEL PORFIRIATO

La revolución mexicana estallo como resultado de varios factores: como la crisis generalizada del gobierno de Porfirio Díaz; el fracaso de una solución pacífica a la sucesión presidencial de 1910; etc…

A principios del siglo XX la situación histórica mexicana era muy distinta a la de los demás países latinoamericanos. Como varios de estos, especialmente los situados en las regiones centroamericana y andina, México sufría un gobierno dictatorial y una desequilibrada distribución de la propiedad agraria. Sin embargo, a diferencia de ellos, gozaba un crecimiento económico notable. Así México era el único país que combinaba el crecimiento económico con un gobierno dictorial y con graves problemas agrarios. Dicha combinación resulto explosiva. El país vio desarrollarse, como producto del crecimiento económico, en particular la urbanización, y la industrialización, a las clases sociales modernas; esto es, a las clases medias y al proletariado. El gobierno dictorial de Díaz resulto inadecuado para representar y promover los intereses de estas clases: al contrario, dificulto el ascenso de las clases medias y reprimió los principales reclamos obreros, como sucedió en las huelgas de Cananea y Rio Blanco. En resumen, soló en México se dio esta explosiva combinación, que hacia posible la alianza de campesinos, obreros y clases medias. Porfirio Díaz era un mestizo oaxaqueño que se había destacado en los ejércitos liberales que habían luchado contra los conservadores y la intervención francesa, que luego se había distanciado de Benito Juárez por sus aspiraciones presidenciales. Su largo régimen inicio con el triunfo de la rebelión de Tuxtepec, que estalló en 1876 contra la reelección del presidente Sebastián Lerdo de Tejada. Una vez en el poder, su gobierno pasó por tres etapas. La primera se extendió hasta finales de la década de 1880 o principios de los noventa, y se caracterizó por ser el periodo de su ascenso y consolidación en el poder, durante el cual Díaz construyo su aparato político, con equipos de colaboradores propios. Durante sus primeros años de gobierno Díaz se apoyó en militares de su total confianza. Cualquiera que haya sido el mecanismo, durante la primera etapa de su largo régimen Díaz logro una desconocida estabilidad.

La segunda etapa del largo régimen porfirista que se prolongó hasta los inicios del siglo XX, se distinguió por el perfeccionamiento de la mecánica política y por el notable crecimiento económico alcanzado. Fue entre 1890 y 1904, aproximadamente, cuando se logró un crecimiento económico cuantioso y sostenido. El comercio exterior también recibió un gran impulso, con lo que México adquirió un nuevo puesto entre todas las naciones del mundo. Fueron años definidos, ilustrativamente, con el lema “poca política y mucha administración”. En esta época desaparecieron las contiendas electorales, la independencia de los poderes legislativos y judiciales. El crecimiento económico no podía ser eterno. Las crisis de finales del régimen porfiriano fueron graves, afectaron con intensidad los aspectos político, económico, social, diplomático y cultural.

La crisis en el sistema político se debió en parte al envejecimiento de Díaz cuando esto tomo importancia Porfirio Díaz rompió su imparcialidad con sus equipos y eligió como su sucesor a un miembro del grupo “científico” Ramón Corral quien había sido gobernador de su natal sonora. Dicha decisión obligo a reducir la fuerza política del grupo reyista por lo que pasaron a ser opositores para colmo peligrosos por su experiencia, capacidad y prestigio, el reyismo paso a una inestabilidad. Posteriormente en 1907 una severa depresión económica azotó Europa y Estados Unidos, disminuyo las exportaciones mexicanas. Las represiones obreras de 1906 y 1907 fueron pruebas de que Díaz había perdido habilidades como negociador político y su capacidad para encontrar soluciones positivas para la mayoría.

CRÍTICOS, OPOSICIONISTAS PRECURSORES

Los diferentes problemas enfrentados al final por el gobierno Porfirista generaron críticas y movimientos opositores entre diversas clases sociales y grupos políticos; las posturas radicalizadas de algunos de ellos merecen que se les considere precursores de la Revolución Mexicana. Los primeros en expresar sus críticas fueron ciertos sectores católicos, después vino a sumarse el sector de la crítica sociopolítica. Motivaciones de signo contrario dieron lugar al surgimiento de otro importante grupo antiporfirista encabezado por descendientes de los liberales como un sobrino de Ponciano Arriaga, Camilo ingeniero y político y en el que participaron diversos sectores de la clase media urbana. Su propuesta era reorganizar al partido liberal, con el objeto de que presionara a Díaz para que aplicara dichos principios: anticlericalismo, libertad de expresión, democracia electoral, etc.

Entre los asistentes destacaron los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón quienes publicaban desde 1900 un periódico critico titulado Regeneración este agrego a su nombre el subtítulo de “periódico de combate” como consecuencia el gobierno aumento la represión lo que obligo a muchos liberales a optar por el exilio radicándose en Estados Unidos. A partir de entonces asumió el liderazgo Ricardo Flores Magón,

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