IndigenAS

El historiador realiza un análisis diacrónico de la situación, caracterizando procesos, cambios y continuidades, junto a descripciones etnográficas que transforman al conjunto en un relato abierto a múltiples interpretaciones.

El análisis histórico es casi por definición, diacrónico, esto es, prioriza el análisis de los procesos, de los cambios y continuidades, y busca en esos procesos la explicación a los fenómenos estudiados.

Los historiadores, consideramos a las sociedades como los sujetos de la historia y entendemos a esas sociedades como realidades totales, complejas y heterogéneas. Así, en el contexto de un análisis que es fundamentalmente diacrónico no se excluye el análisis de la sincronía para dar cuenta de esas totalidades sociales en distintos momentos de su historia. Por ejemplo, el capítulo 2, Mandrini, destina a dar un panorama general del mundo americano en el momento previo a la invasión europea, es fundamentalmente sincrónico; los capítulos siguientes son, en cambio, fundamentalmente diacrónicos y buscan explicar, a partir de su propia historia, algunos de los rasgos que caracterizaban a ese mundo en el momento de la transición del siglo XV al XVI.

b- Indio: resultado equivoco inicial, no es una denominación geográfica, ni étnica, ni clasicista. Es la denominación del vencido, tras ese genérico se borraron las múltiples identidades originarias: abipones, achuares, aymaras, araucanos, aucas, aztecas, guaraníes, comechingones, mapuches y muchos más. Las “Indias Occidentales” devinieron jurisprudencia mediante “Provincias de Ultramar” de la corona de Castilla. Los “Indios”, vasallos libres y hasta seres humanos por gracia de Paulo III. Las identidades como dice Rojas Mix, son un gerundio, no un participio pasivo, un “estar siendo” y en términos histórico-sociales, son las épocas de las crisis las que evidencian y resignifican.

Nuestra América: marco una alteridad de acuerdo a la metrópoli, “Nuestra América “ de Miranda abre el proceso de las independencias de la corona de España, marcando una precaria pero efectiva frontera de la madre patria primer paso de la identidad que es continentalidad dada sobre todo por la filialidad de las colonias; “Nuestra América” de Marti, lo cierra un siglo después. El posesivo nuestra recorto una pertenecía etnográfica cruzada por la condición de criollo, blanco, mayoritariamente propietario y sobre todo hispanohablante.

América latina: el panlatinismo supone una comunidad de orígenes que remite a la tradición cultural y lingüística del Imperio Romano de Occidente y a la religión católica. El arraigo del latinismo podría guardar relación con el espíritu antiespañol de la época (revitalizado en ese momento con la invasión española en Perú y la presión sobre el Caribe. La pertenencia a lo “latino” entonces esfuma la herencia española y su tradición. Por añadidura era una referencia ideológico- política que se correspondía con el modelo hegemónico, sobre todo con el ámbito de la cultura, los usos, las modas, de las oligarquías forjadoras de los nacientes estados, dominantemente “afrancesadas”. La expresión sobrevivió al fracaso de la expedición francesa y si originalmente nace como forma de identidad anti sajona.

Panamerica: si el panlatinismo expresaba la oposición sajón-latino,

...