Liberalismo

Liberalismo

El Liberalismo tiene dos definiciones, que a pesar de tener un origen común, representan posiciones antagónicas, es decir, pensamientos opuestos. La primera definición de liberalismo nos dice que “es el que designa a la filosofía política de la libertad, del progreso intelectual y ruptura de las cadenas que inmovilizan al pensamiento” (30). En general, esto nos dice que el liberalismo significa actitud de avance y renovación. La segunda definición nos dice que es el liberalismo económico “nacido en el siglo XVIII cuando daban sus pasos iniciales el industrialismo maquinista y el capitalismo” (30). Es decir, la teoría de laissez faire de Adam Smith que en francés significa “dejar hacer”. Aunque algunas doctrinas políticas de hoy en día tienen antecedentes históricos de la Antigüedad, la formación de dichas ideas y su vigencia práctica no se llevan a cabo hasta luego de la caída del feudalismo. El feudalismo se extiende desde la caída de Roma en el siglo V hasta los siglos XIII y XIV en los cuales se inicia la Edad Moderna. En dicha época, el poder político estaba totalmente descentralizado, imperaba un rígido e inquebrantable sistema de clases sociales, el comercio y el crédito estaban condenados por la Iglesia, restringiendo el desarrollo económico, entre otros. La Iglesia desempañaba un papel preponderante durante el feudalismo, siendo su poder temporal el único centralizado, orgánico y estable de la época. Cuando dicho sistema feudal llega a su fin, nacen o aparecen varios factores de los tiempos modernos. Entre ellos están: el Renacimiento, que fue un resurgimiento de la cultura clásica, del cual surge El Príncipe de Maquiavelo, los descubrimientos geográficos que abren nuevas rutas de comercio y de expansión política y económica, la Reforma protestante que quebranta la autoridad central de la Iglesia Romana, la invención de la imprenta, la aparición de los e

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