Los Extranjeros Expresan

En el caso de algunos españoles y en relacióon a su actitud frente a la cultura mexicana los mas progresistas nos ven como si nos debieran algo, esa actitud tampoco ha sido de mi agrado ya que le dá un sesgo a la opinión de nuestra cultura.

He conocido alemanes de pensamiento marxista que ven con naturalidad la cultura mexicana, esta naturalidad les hace tener menos prejuicios y menos sesgos en sus apreciaciones.

En fin que las opiniones han de ser diversas y contradictorias.

Además al ser México una nación multietnica y multicultural, también seríia interesante estudiar las opiniones que prevalescen en los distintos colectivos de nuestra sociedad nacional, por ejemplo, hay comunidades del Norte del país que tradicionalmente no se autoconceptúan como población con rasgos culturales indígenas, en algunos casos esta caracteristica étnica se considera denigrante y se usa para denostar a aquellas personas que son diferentes antropológicamente o de un lugar de origen distinto.

Como podemos ver las opiniones son muy diversas aún dentro de una misma nación.

Considero que hablar de imaginario mexicano tiene varias trampas, la primera es pensar en el mexicano como una sólo unidad, creo que el mexicano del norte de México, del centro o del sur de México, son tan diferentes como si se hablara de un francés y un alemán, en este caso se tendría que hablar del francés y del alemán como un sólo conjunto, y diríamos entonces europeo, pero el problema es que si tenemos que hablas de mexicanos como latinoamericano, la verdad es que no hay mucha diferencia entre una persona del sur de México y una de Guatemala, por no mencionar el fondo común con toda latinoamericano.

Por lo anterior creo que hablar de mexicano, nos remite a la idea del mexicano como el cerco que definía Castroriadis, diría, que se trata de un conjunto de cercos que coinciden en un cerco común que va fuera del propio territorio mexicano. Aún así creo que hay cosas en común en el imaginario de un mexicano que no existen por ejemplo en un estadounidense o un europeo.

Uno de las primeros cercos que veo es que mientras un estadounidense o un europeo se sienten los dueños del mundo, el mexicano actúa como si tuviera que demostrar que puede ser el dueño del mundo, el mexicano confía más en la opinión de un europeo que en la de un mexicano, por ejemplo, si hay un problema económico, lo más seguro es que el mexicano al escuchar un debate entre el responsable de economía del México y un director de uno de los centros económicos de Londres, la opinión de mexicano estará ya seducida por la autoridad del economista inglés.

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