No Me Importa Quien Me Lea.
ivannyanv3 de Marzo de 2013
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Capítulo seis
El método ¡BIEN HECHO! aplicado a superiores y compañeros
Jim Barnes, jefe de Wes le llamó la atención por el método que estaba empleando y que según él, solo lograban distraer a la gente de sus responsabilidades.
Decía Barnes a Wes ¡Y me he enterado del nuevo lenguaje que está utilizando! Te agarre; ¡BIEN HECHO! ¿De qué se trata todo eso?
Wes trato de explicarle a su jefe que se trataba de una técnica sencilla y básica. Tiene que ver con responder positivamente, en vez de negativamente, al comportamiento de los demás. Yo solía criticar duramente a mis subalternos cuando cometían un error y lo daba por sentado, haciendo caso omiso, cada vez que hacían bien las cosas. Ahora les doy respuesta positiva a sus buenas acciones y les dijo ¡BIEN HECHO! Me llevo mucho mejor con todos y espero, que con este método gerencial pueda levantar la moral y el desempeño de mis subalternos.
Barnes, no dio crédito a Wes, y le advirtió que cuando se realizara la evaluación de desempeño de su personal en los próximos meses esperaba que no se le diera una calificación de excelente a todo el mundo, ya que la política de la compañía, o se a como funcionaba el sistema en la compañía, era clasificar el personal dentro de un desempeño bueno, promedio o deficiente.
Al salir de la oficina de su jefe, Wes reconoció a dos de sus compañeros como las personas que estaban dándole. A su espalda, información calumniosa acerca de el y su nuevo sistema !BIEN HECHO! a su jefe. Se sintió mal, pero ya sabia como afrontar situaciones difíciles utilizando el nuevo método aprendido a través de las ballenas asesina de Sea Word y sus entrenadores y decidió utilizarlo.
Mas tarde, sabiendo que sus compañeros soplones, Harvey y Gus, estaban juntos en el salón de receso. Wes fue a verlos.
Hola muchachos. ¿Tienen un par de minutos? Me preguntaba si podrían ayudarme. A ustedes dos los considero líderes en nuestro equipo y la influencia que ejercen sobre los demás es importante. Las ventas han bajado, y podemos recuperarlas si no nos estorbamos unos a otros.
¡Te agarre! dijo Harvey.
Ignorando el cinismo obvio de Harvey, Wes continuo diciendo:
Les propongo un trato. Durante los siguientes seis meses, necesito que ustedes cooperen conmigo y apoyen los cambios que estoy tratando de hacer… y también que tomen las cosas con calma y no se empeñen en criticar mi estilo gerencial. Si nuestros resultados y nuestras relaciones no mejoran al cabo de ese tiempo, abandonaré el método ¡BIEN HECHO! ¿Qué me dicen?
Los dos hombres se miraron con expresión dudosa, pero finalmente accedieron a regañadientes.
Wes estaba seguro que, en el plano laboral, si se tiene un buen ambiente de trabajo, la innovación y creatividad tienen mayor oportunidad de salir a flote, aparte de que se puede inspirar a otros a seguir el ejemplo creando un compromiso serio, sincero, para el alcance de las metas, pero con la reacción negativa de su jefe y sus dos compañeros, no estaba seguro de que el plan iba a funcionar.
Al día siguiente, Wes telefoneo a Anne Marie Butler para darle en informe de lo que había pasado y pedirle su opinión. Wes le conto sobre la reunión con su jefe el día anterior, incluida la advertencia de su jefe Barnes sobre la evaluación de desempeño y la necesidad de calificar a su gente según una curva de distribución normal. También le contó sobre su confrontación con sus compañeros Harvey y Gus.
Anne Marie le contesto de la siguiente manera: Mi consejo es que persevere. Muchos tratarán de obstruir sus esfuerzos. Incluso es posible que algo de eso sea necesario. He descubierto que muchas veces las personas que se oponen al cambio solo están siendo cautelosas al comienzo. Sin embargo, una vez se convencen de las bondades, son quienes mas apoyan el proyecto. Confié en su gente. Persevere
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