Un Mundo Feliz

En esta novela lo más impactante es que encontramos algunas características de nuestra sociedad actual, teniendo en cuenta que fue escrita en 1932, para ellos era ciencia ficción. Se tratan temas como la clonación, la desigualdad social, la adicción a las drogas, la promiscuidad, consumismo y la deshumanización.

La sociedad que describe Huxley, es una sociedad muy avanzada, futurista, idealista y perfeccionista; en ella todas las personas son fabricadas en laboratorios mediante procedimientos de clonación. Este tipo de procedimiento no está lejos de ser una realidad y en mi opinión sería absurdo llegar a este punto, ya que la vida es mucho más que producir personas en serie; la humanidad quedaría reducida a crear muñecos sin padres y sin amor. Al utilizar estos procedimientos para fabricar seres humanos se pretende obtener seres perfectos y programados para realizar funciones especificas, por esto en el “mundo feliz” de Huxley la sociedad está dividida en castas denominadas: Alfa, Beta, Gamma, Delta y Épsilon.

Los Alfas son la casta superior, son inteligentes y su función en la sociedad es dirigir y realizar tareas complejas. Los Betas tienen también inteligencia avanzada pero menos que los Alfa. Los Gamma no son muy inteligentes y su misión es trabajar en fabricas. Los Deltas son individuos de escasa inteligencia que trabajan como obreros y no se interesan en nada. Por último los Épsilones son humanos estúpidos con inteligencia casi animal. Los Alfas y los Betas eran todos genéticamente variados, se producían a partir de un solo óvulo, mientras que las otras castas se producían utilizando un procedimiento que el autor denomina “bokanowskificacíon”, que consiste en producir noventa y seis seres humanos de un solo óvulo y eran exactamente iguales.

Por ejemplo a los niños Delta los programaban para odiar las flores y los libros, torturándolos con electricidad a temprana edad. Eso parece una película de terror, si se aplicara en la realidad, sólo lo harían personas locas.

Al imaginar una sociedad de este tipo habría mucho orden y no se presentarían luchas ente las clases sociales, pero sería una sociedad totalmente manipulada, oprimida y sin libertad porque sólo unos pocos tendrían el derecho a pensar y a dirigir al resto, sería una total deshumanización y todos serían como títeres sin derecho a revelarse ni a opinar. Sería un mundo lleno de robots. ¿Valdría la pena un mundo así?

Nosotros fuimos creados para ser únicos y poder decidir que queremos hacer, no sería justo que nos predeterminaran desde el momento de llegar a este mundo.

El personaje Bernard Marx es el ejemplo de la rebeldía en contra de ese sistema tan absurdo e injusto, por esto es rechazado y lo ven como bicho raro. Termina viviendo alejado en una isla, porque es un peligro para el orden mundial y si lo analizamos es tan sólo una persona que desea que las cosas sean un poco más parecidas a la realidad actual.

El método hipnopédico utilizado en la programación de la mente de las personas en la novela, es un método que valdría la pena perfeccionar para ser utilizado en nuestra educación actual ya que cada día hay más conocimientos, por lo cual es más difícil adquirir toda esa información. En ningún momento estoy de acuerdo con que esto sea utilizado para controlar la mente de una forma masiva como lo muestran en el libro y en muchas películas infantiles.

El manejo de la sexualidad en la sociedad de Huxley es totalmente opuesto al de nuestra realidad, se concibe como algo que se debe realizar rutinariamente, y a los niños los entrenan desde pequeños para practicar juegos eróticos, la finalidad de esto es sentir placer porque si, sin que exista amor ni sentimientos involucrados. En mi opinión la sexualidad no debe consistir en hacerlo por hacerlo y ya, debe ser algo muy bonito y con el fin de procrear, algo tan importante como dar vida no puede ser algo vacio y sin ningún sentimiento.

Otra característica del “Mundo Feliz”

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