ARQUITECTURA GÓTICA - ENSAYO

ARQUITECTURA GÓTICA

Para iniciar el presente trabajo sobre el gótico europeo, hay que partir del

hecho de que lo sobrenatural estaba permanentemente presente en la Edad Media, abarcando todas las actividades humanas.

Y al partir de esta importantísima premisa para comprender todo lo que sucedió en la rica etapa gótica, no es de extrañar entonces que fuera un monje francés llamado Suger, quien era abad del monasterio de Saint-Denis, quien diera impulso a la arquitectura de este período; aunque no fuera su iniciador, como se tiene a creer y decir.

Suger, acompañado por sus constructores y arquitectos, hizo una serie de mejoras, que, de todas formas, ya habían sido alcanzadas en la arquitectura tardorrománica, tales como los arcos apuntados y las bóvedas nervadas. Suger aspiraba a sustituir los muros de piedra, por vidrieras de color, con el propósito de que la luz solar se filtrara y se transformara en una representación simbólica de la iluminación celestial, venida de Dios.

Intrínsecamente, la arquitectura gótica fue la expresión de una actitud más positiva ante la vida y el presente; y se partió de la base de que la vida terrenal carecía de importancia en comparación con la vida al lado del Creador, en el más allá.También, este positivismo y complacencia de los habitantes del período gótico, corrió paralelo a una devoción in crescendo por la Virgen María, quien representaba la femineidad terrenal y a todas las mujeres de su época.

Era de suponer que, al ser la vida religiosa el centro de todo, los edificios que avanzaron más en lo arquitectónico y tecnológico, fueron las iglesias, catedrales, monasterios, escuelas, hospitales y las nuevas universidades. Pero el carácter fundamentalmente urbano durante el gótico, se presenta en la reaparición de las ciudades, que se convirtieron en la principal fuerza económica de los Siglos XII y XIII. Es así como, con base en ese poder del dinero, los obispos influyentes, pagados por los hombres de negocios adinerados y los gremios artesanales de la ciudad, dieron la orden de erigir las enormes catedrales urbanas. Casi todas ellas dedicadas a la Virgen María y no a los santos. En esto y en la forma estructural, las catedrales del gótico se diferencias de las románicas.

Para el hombre de esta etapa, la Virgen María significaba la portadora de las virtudes de perfección, la dama de la nobleza, la Reina del Cielo, y, por ello, como hemos visto, las nuevas catedrales se fueron dedicando una tras otra a la Madre de Jesús. Otro dato especial, señala que la catedral gótica es algo así como “un subproducto de las Cruzadas”; porque, cuando los primeros cruzados conocieron Constantinopla, quedaron maravillados por la catedral de Santa Sofía y por todo lo que existía en aquella ciudad. En Francia no había

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