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Actividades Productivas En Venezuela (S. XVIII Y XIX)

antonioghr4 de Marzo de 2012

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República Bolivariana de Venezuela

Universidad de los Andes

Facultad de Humanidades y Educación

Escuela de Historia

Actividades Productivas en

Venezuela

(S. XVIII y XIX)

Elaborado por:

Capinel M.; César A.

C.I.: V-21.185.157

Hernández R.; Antonio G.

C.I.: V-18.249.622

Cátedra: Preseminario II. Prof. Daniel Ibarra

Conceptos Generales

Entendemos por trabajo al conjunto de actividades humanas –conscientes e intencionales, mediante las cuales se pretende aumentar el valor y/o la utilidad de un medio escaso y útil; de manera tal que este pueda satisfacer eficazmente (o de la manera más eficaz) las necesidades humanas . Lo cual es equivalente a decir que el trabajo es la acción mediante la cual los hombres actúan sobre la naturaleza, modificándola, con la intención de producir bienes que satisfagan sus necesidades y las del colectivo.

Sin embargo, las labores comprendidas dentro de la definición trabajo, no se limitan al simple esquema de producción-satisfacción de necesidades. De hecho, se trata de un enmarañado de actividades que abarcan labores extractivas, productivas y de distribución; a este complejo sistema de interrelaciones sociales de trabajo, se le conoce como red económica. En una definición amplia, la red económica, está constituida por tres (algunos autores afirman que cuatro) sectores primordiales de la economía:

1. Sector Primario o de Extracción: Está constituido en las bases de la economía, es decir, la extracción misma de los medios escasos de la naturaleza. Comprende las labores de la agricultura, ganadería, pesca, minería y explotación forestal. A los resultados materiales de estas actividades se les denomina materia prima.

2. Sector Secundario o de Transformación: Conforme a la extracción de la materia prima, es necesario –en la mayoría de los casos (no siempre), la trasformación de la misma en formas materiales de mayor utilidad. Este ámbito comprende a las labores industriales y artesanales. Las materias primas que han sufrido transformaciones en el sector secundario reciben el nombre de productos.

3. Sector Terciario o de Distribución: Las actividades realizadas por los sectores primarios y secundarios de la economía cumplen con la finalidad de satisfacer las necesidades de un colectivo, en tanto es el sector terciario el encargado de hacer llegar los productos a la población; las labores de distribución pueden tomar diversas formas, siendo la más común el intercambio, tanto monetario como en forma de trueque.

4. Sector Improductivo o de Servicios: Algunas actividades económicas no producen bienes ni transforman a la naturaleza, no emplean el trabajo humano para la extracción de materias primas; sin embargo, no por esto dejan de satisfacer las necesidades de un colectivo a través de un esfuerzo consciente e intencional. A estas actividades se les denomina servicios y comprenden las labores de transporte, limpieza, suministro de agua, educación, etc.

Es precisamente la conjunción de estos cuatro sectores económicos la infraestructura del trabajo venezolano que trataremos de desenmarañar y describir de manera objetiva y puntual, enmarcados en el contexto temporal de los siglos XVIII y XIX.

Palabras preliminares

(En relación a los siglos XVI y XVII)

El motivo principal de la colonización española en las Indias Occidentales fue la de apropiarse de las riquezas minerales del territorio, especialmente las de oro y plata; siendo consecuentes con las políticas mercantilistas y metalistas predominantes en la península. Lo cual, si bien, fue fructífero en los virreinatos de Nueva España y del Perú, algunos territorios, como el de la Provincia de Venezuela, pasaron a un segundo plano por la poca presencia dichas riquezas minerales.

Sin embargo, la Provincia de Venezuela poseía una riqueza natural – de menor valor que el oro – que satisfizo el auri sacra fames español: las Perlas ; las cuales paulatinamente fueron perdiendo su valor de lucro y convirtiéndose en meros instrumentos de cambio comercial, tomando el lugar de moneda interna .

Como consecuencia de lo antes mencionado, los colonos llegados al territorio comenzaron a explorar otras posibilidades de sustentar una economía regional, como lo fue el aprovechamiento de los suelos, los cuales ‘eran tan fértiles que hasta las estacas de las vallas germinaban’ , eran ricos y aptos para el cultivo.

Desarrollaron un notorio interés por la agricultura, especialmente en el rubro del cacao, por tratarse de un producto muy codiciado en la metrópoli; situándolo –en relación a su importancia- justo por debajo de los minerales. Compartieron los ricos suelos con limitadas actividades pecuarias.

De esta manera se consolido una economía agrícola monoproductora, sin dar lugar a los procesos de transformación (manufactura) de materia prima, y sustentándose de las exportaciones hechas a las demás provincias españolas y a la metrópoli.

Crítica Historiográfica

La historiografía consultada sobre la Historia de Venezuela, no responde a las necesidades planteadas para esta investigación, debido a su tendencia a centrar la información en torno a cifras macro económicas y a descripciones de las estructuras sociales de la economía, obviando, en la mayoría de los casos, la participación de la infraestructura económica, definida desde el criterio utilizado para esta investigación.

Son apreciables las especificaciones acerca de las fuerzas productivas, en su interacción con las relaciones sociales de producción, así como con la propiedad de los medios de producción; describiendo la superestructura del sistema económico (modo de producción) en Venezuela durante los siglos en cuestión.

O bien, presentando datos estadísticos (totalizados) de la producción de la Provincia, en función de los rubros exportados a la Metrópoli Peninsular; de esta manera restando protagonismo a las producciones de consumo interno, así como su distribución y manufactura.

Debido a esto se pueden observar lagunas en las fuentes, impidiendo la reconstrucción cabal del panorama de las actividades productivas (trabajo) en Venezuela durante los siglos XVIII y XIX.

En consciencia de las fallas presentes en la historiografía venezolana, proponemos un arqueo de fuentes primarias que permitan una reelaboración puntual de la historia económica venezolana.

Referente al Sector Extractivo de la Economía

Desde los comienzos de la formación de Venezuela como provincia, de la manera antes vista, se desarrolló un patrón económico basado en la agricultura – como consecuencia de la pobreza minera del territorio, con pequeñas excepciones en la que se practicó la minería, en especial al sur del territorio.

En el caso especial del cacao, “el cacao, pese a su color oscuro, adquirió el brillo del oro, como hoy lo tiene el petróleo, que es aún más oscuro” , el cual se posicionaba en segundo lugar entre los productos más consumidos y de mayor exportación de la Provincia; el cacao fue muy consumido y codiciado en la Metrópoli y en otras naciones europeas (Holanda, Francia, Inglaterra), como en el interior de la Provincia. Ante la necesidad de un control estricto para la circulación y comercio de este oro oscuro se estableció en la Provincia de Venezuela la compañía Guipuzcoana, la cual monopolizaba y regulaba el comercio y las actividades comerciales en la región. Pese al éxito cacaotero, que posiciono a la Provincia en una perspectiva importante para Europa, este fue paulatinamente desinteresando a los agricultores venezolanos, siendo suplantando casi en su totalidad por el cultivo del café.

La mayoría de los autores concuerdan en que los primeros cultivos de café llegaron a Venezuela en 1784 , sin embargo según otros autores (Jaime Henao) las primeras plantaciones de café venezolano fueron las traídas por los Padres Misioneros hacia 1732. El Semanario de Caracas , es más preciso, afirma que la primera planta de café fue introducida en 1730 desde la colonia francesa de Cayena.

A partir de entonces (1784), la economía cafetalera empieza a tomar envergadura, visible en las importaciones de instrumentos especiales para el cultivo del café. De hecho en el trascurso de 20 años (1790-1810), el café suplanto al cacao y a cualquier otro rubro de exportación provincial. Cabe preguntar porque los agricultores y terratenientes venezolanos tomaron semejante giro en torno a su producción cacaotera, recordando el valor desmedido del cacao en la Metrópoli. Algunos autores responden a esta pregunta arguyendo a las dificultades del cultivo de cacao, es decir, la necesidad de regadíos artificiales, las precisas exigencias del terreno (tanto para el cultivo como para facilitar la exportación), y sobre todo el interés criollo de exportar a otras metrópolis europeas, donde al cacao no era tan apreciado . En contraposición, el café no requería regadío alguno más que el natural, podía ser plantado en zonas antes inaprovechadas y sin necesidad de una deforestación previa. Lucena Salmoral e Izard están de acuerdo en que fue una respuesta para “solventar un problema de cuello de botella [...] que habría llegado a su techo a finales del S. XVIII”

Desde los valles de Caracas se desató una fiebre

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