Alexander Von Humbolt Viaje Por Ecuador

Alexander Von Humbolt

Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt quien fue más conocido por su nombre en español como Alejandro de Humbolt murió a los 90 años de edad en el año de1859. Fue geógrafo, naturista y explorador alemán, considerado el padre de la geografía moderna universal

En sus viajes recorrió por Asia hasta las fronteras de China y América del Sur explorando a lo largo de las regiones donde nunca había penetrado a nadie.

Había trabajado como minero en las entrañas de la tierra y subió al Chimborazo en 1802, con sus 5759 metros sobre el nivel del mar. En ese momento representaba el punto más alto alcanzado por el hombre.

Había servido como un caballero de la cámara de dos reyes, nació millonario y murió pobre.

A principios del mes de Agosto en el año 1804. París se había olvidado ya de su gran revolución, el nuevo emperador Napoleón Bonaparte estaba a punto de someter a toda Europa.

En ese entonces aparecieron dos hombres que ya varias veces se habían dado por muerto, regresaron de las colonias españolas de América Central y del Sur, estos eran el científico Alexander von Humboldt, perteneciente a la nobleza prusiana, y el Bonpland botánico, un apasionado admirador de la Revolución Francesa.

La reputación que les precedía era extraordinaria cómo su vida.

Durante cinco años, los dos exploradores habían navegado a ríos desconocidos utilizando las canoas de los aborígenes, había recorrido los bosques y lugares donde ningún europeo había puesto los pies.

Su único objetivo era descubrir nuevos horizontes y éstos se movían sin descanso.

La oportunidad casi única de ser capaz de hacer tan vasta exploración se debió a la exitosa combinación de factores tanto políticos como económicos.

El Tratado de Toresillas, firmado en 1494, el Papa había reconocido la división del Nuevo Mundo en dos esferas de influencia, una dominada por España, Portugal y la otra de estas dos potencias habían fracasado durante tres siglos para preservar celosamente sus imperios en contra de los objetivos de todos los demás estados.

La noticia de que había un sinfín de territorios ricos en minerales, flora y fauna fueron llevados principalmente por contrabandistas y aventureros y eran bien vistas por los cientificos de la época. La corte española se hizo eco de la existencia de una gran riqueza mineral y por lo tanto vio posibilidad de reponer el oro y la plata de sus arcas agotadas, por lo que fue necesario organizar una exploración sistemática geológica y la explotación racional de las minas.

Por esta razón Alexander von Humboldt, un experto en tecnología minera y el arte de fundir metales, tuvo la oportunidad de venir a Nueva España para explorar libremente.

En su pasaporte, firmado por el propio Rey de España, estaba escrito: "el portador va en tierras americanas y sus posesiones de ultramar con la tarea de estudiar la situación de la minería".

Mediante la aceptación de esta cesión, Humboldt y su compañero sacó la gran oportunidad de su vida.

En las orillas de los ríos de la selva virgen, la inmensidad de la pampa solitaria en Venezuela, en las tierras altas de hielo de los Andes, en cada lugar donde había algo que ver, los dos exploradores trabajaron intensamente sin dejar de lado cualquier rama de la ciencia.

No han escatimado esfuerzos a la hora de obtener datos sobre los fenómenos naturales ignorados o información sobre las poblaciones y los países que aún se desconocen.

De esta forma, día a día se recogieron miles de nuevos conocimientos, y cada uno de ellos tenía una gran importancia científica.

A su llegada a París, en 1804, fue recibido con gran curiosidad y entusiasmo.

Berthollet, un destacado miembro de la Academia Francesa, dio la bienvenida a Alexander von Humboldt, que entonces tenía sólo 35 años de edad, con las palabras:

"Este hombre reúne en si una academia entera."

Su trabajo fue elogiado y apreciado.

Muy diferente fue la reacción en lugar de Napoleón, no podía tolerar el famoso explorador le quitara una parte de la gloria y acaparara la atención del público.

De hecho, cuando el científico fue presentado, Napoleón le despidió, diciendo:

"Oh, usted se ocupa de la botánica? Mi esposa hace lo mismo! ".

Humboldt registró el desprecio que estaba oculto en las palabras del emperador y desde ese momento evitó cuidadosamente asistir a su séquito.

De todas formas en París tuvo el respaldo de las mejores mentes de su tiempo y difundió el programa de sus viajes al cabo de los cuales, veinte años más tarde, publicó una obra monumental en 33 volúmenes, que fue uno de los más importante y apreciado en su época.

De hecho, Humboldt sentó las bases de la geografía científica, Oceanografía y Geografía botánica, todos los temas fundamentales para la comprensión del mundo.

Sin embargo, habia otro gran contemporáneo que no apreciaba la obra de Humboldt. Friedrich Schiller.

Él reprochó al explorador de dar mayor importancia a la práctica que a la teoría, y de que sus argumentos eran demasiado limitados y fragmentados y, por lo tanto era escéptico de que sus estudios podrían jugar un carácter verdaderamente universal.

De hecho, el mérito de Humboldt radica precisamente en esto, en la realidad exacta mediante la comparación de los resultados obtenidos y tratar de descubrir a través de la meditación, con el apoyo de la observación directa, las más profundas leyes de la naturaleza.

Por esta razón que su obra ha tenido un carácter universal que, a pesar de la opinión de Schiller, ningún estudio hecho en la mesa podía dar.

Cuando Humboldt escala la cima del Chimborazo, que no se contenta con observar y describir el paisaje y la flora, nota cuidadosamente los efectos que tienen la gran altura sobre las reacciones fisiológicas del organismo humano, sentando así las bases de la ciencia montañismo.

Mediante la exploración fue capaz de extraer conclusiones definitivas acerca de los terremotos y el secreto de sus erupciones y cómo se formaron las montañas.

Y es precisamente por haber estudiado diligentemente miles de plantas que pueden llegar a descubrir no sólo

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