Antigona , Sofocles
ELIANA15 de Febrero de 2013
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Autor
Personajes
Resumen de la obra
Ideas fundamentales y secundarias de la obra. Su relación con el mundo actual
Conclusiones
Otro final
La familia de Antígona
Bibliografía
Autor
En griego Sophoklës. Poeta griego (Colona, entre 496 y 494-Atenas 406 a.d.C.)
Hijo del armero Sofilo, desde muy joven demostró una excepcional vocación hacia el arte damático. En 468 a.d.C. fue declarado vencedor en un certamen teatral en el que también participaba Esquilo.
De la vasta producción dramática de Sófocles, integrada por más de 120 piezas, sólo se han conservado siete tragedias y el fragmento de una obra satírica. Entre sus principales contribuciones a la evolución del género trágico se cuentan la introducción del tercer actor, con el consiguiente enriquecimiento del diálogo; el abandono a la trilogía tradicional, en la que cada pieza guardaba estrecha vinculación con las otras, y la concentración de la acción en el plano psicológico, que le permite crear una vasta y compleja galería de héroes trágicos. Uno de sus mecanismos creadores más representativos es la ironía dramática, por la que las palabreas de algunos personajes adquieren un sentido al contrario al que querían darle al pronunciarlas.
Las siete tragedias que se conservan son las siguientes: Áyax, Antígona, Edipo rey, Electra, Las traquinias, Filoctetes y Edipo en Colona.
Se conocen títulos de obras perdidas y hay trozos de algunas de sus obras, donde cabe destacar los 400 versos de Los sabuesos, que se descubrieron en 1912, en un papiro egipcio.
Además de Antígona que plantea el conflicto entre el amor fraternal y la obediencia a las leyes humanas, la obra más difundida y universal de Sófocles es Edipo Rey a la que Aristóteles considera el prototipo de la tragedia clásica.
Resumen de la obra
Antígona era la hija de Epido y Yocasta y hermana de Ismene, de Eteocles y de Polinices. Antígona acompañó a su padre cuando éste, al descubrir el crimen y el incesto que había cometido, partió hacia el exilio después de arrancarse los ojos. Se refugiaron en Colona, un pueblecillo de Ática, donde la muerte trajo finalmente la paz a Edipo. Antígona regresó entonces a Tebas. Después de que Eteocles y Polinices se mataran mutuamente en su lucha fratricida por el poder, su tío Creonte, convertido en rey de Tebas, dijo que Eteocles tenía que recibir una sepultura y honras fúnebres (porque defendió el pueblo) y a Polinices no. A éste le cogieron y lo tiraron al campo para que las alimañas y las aves rapiñas se lo comieran. Las tradiciones griegas establecían el deber sagrado de sepultar a los muertos, señalando que en caso contrario el alma del difunto vagaría eternamente sin reposo y nunca podría acceder al reino de las sombras.
Ismene se sometió al edicto de Creonte; no así Antígona , que transgredió conscientemente la prohibición del tirano por amor a su hermano y en nombre de las "leyes no escritas e inmutables de los dioses" (pag. 389). Condenada a ser emparedada viva, Antígona pone fin a su vida ahorcándose. Su prometido Hemón, hijo de Creonte, se da muerte sobre el cuerpo sin vida de Antígona, y la esposa de Creonte, a su vez se suicida de dolor.
Personajes
Antígona:
Es la hija de Epido y Yocasta y hermana de Ismene, de Eteocles y de Polinices. Es una persona decidida con las ideas claras que la sirve para revelarse contra su tío, el Rey de Tebas, que tiene todo el poder. Es consciente del peligro que corre, al querer darle a su hermano Polinicles la sepultura que se merece, pues Creonte siempre cumplía su palabra, pero es peor, para ella, pensar que ha fallado a sus antepasados y que ha ido en contra de lo que la sangre que corre por sus venas le dicta.
La ley que rige en los principios morales de Antígona, es la ley de las costumbres, de la religión y de la familia. Ante las órdenes de Creonte de no enterrar a Polinices ante el supuesto crimen que ha cometido, Antígona decide desobedecer la orden de su tío aunque ello le suponga su propia vida, ella no puede traicionar a su hermano y así se lo dice a su hermana Ismene " sí, que es hermano mío y, aunque no quieras, tuyo. No quiero ser culpable de haberle traicionado" (pag. 376). Se impone la fidelidad a la familia, a las costumbres y a la moral que dice que todo cadáver debe ser enterrado debidamente y añade " a Creonte nada le permite inmiscuirse en lo mío".
Estas afirmaciones que Antígona hace a su hermana, dan a entender la firmeza de sus convicciones religiosas y de fidelidad familiar, ya que desobedecer la Ley que Creonte ha impuesto respecto al cadáver de Polinices, le puede llevar a su propia muerte, y ella prefiere morir a renegar de sus principios.
Creonte:
Es el Rey de Tebas, descendiente de Meneceo, padre de Hemón y tío de Antígona, Ismere, Eteocles y Polinicles. Cree tener la razón cuando determina que Polinicles tiene que pudrirse sin haberle dado sepultura pero no piensa en las consecuencias que puede acarrearle la decisión de Antígona y su oposición. Se mantiene firme toda la obra, sin importarle la oposición de su hijo, y la explicación, con fundamentos, de su sobrina Antígona.
Los dos únicos momentos en los que muestra debilidad son, primero cuando Tiresias, su adivino, le advierte sobre las consecuencias de la muerte de Antígona; y segundo cuando ve morir a su hijo y ve a su esposa muerta.
Para Creonte su Ley es la ley del poder. Lo primero que manda es que el cuerpo de Polinices no sea sepultado y que sea pasto de las aves y alimañas, ya que le considera un traidor y que un traidor, aunque sea su pariente, no tiene derecho a un entierro digno. Así lo afirma en el texto " para mí una persona que, en la ciudad mandando, no se atenga al mejor criterio, sino deje el miedo a tal o cual cosa cierre su boca, me parece el peor hombre que ha existido jamás; y para el ciudadano que posponga su patria al amigo, ninguna consideración tengo" (pag. 380) y más adelante dice "esta es mi decisión; jamás de parte mía conseguirán los malos más honor que los justos, mas quien resulte amante de esta ciudad, será por mí tan estimado muerto ya como en vida" (pag. 381).
El criterio de Creonte es el del poder, el de que no puede anteponer dicho poder a otras consideraciones, como las religiosas, las de la familia, de las costumbre. Considera a Polinices un traidor, un malvado y por ello no le puede dar el mismo honor que a los justos. Pero le desprecia, ya que el entierro que propone no es ni siquiera digno, ya que el cuerpo quedaría a merced de las alimañas.
Cuando se entera de la desaparición del cadáver, el Corifeo le insinúa que el suceso puede tener algún componente divino (religioso), pero no lo cree así, dando a entender que no cree mucho en los dioses, así dice " es intolerable que digas (al Corifeo) que a los dioses les importa ese muerto ni aun en el grado mínimo" (pag. 384) y más adelante "¿ has visto que algún dios estime a los malvados? (pág. 384). El cree que ha habido algún soborno a los guardias, no cree en acciones divinas.
Ismene:
Es la hermana de Antígona. En un momento de la obra Antígona la cuenta que va a ir a enterrar a su hermano y ella se escandaliza y no la ayuda por temor al Rey de Tebas.
Al cabo del tiempo Ismene se da cuenta de que es mejor ayudar a su hermana, y así lo hace. Cuando Creonte la llama ella dice que ayudó a su hermana a enterrar el cuerpo.
Al principio Ismene tiene una conducta cobarde, indecisa y temerosa pero al final se arrepiente de su cobardía y rectifica.
Guardián:
Es quien va a darle la noticia a Creonte de que alguien ha cubierto el cuerpo de Polinicles. También es el que encuentra a Antígona cavando una tumba.
En la figura del guardián se ha atenido Sófocles al personaje que relaja la tensión haciendo sonreír al público. Divierte este personaje tan asustado, pero tan listo como para hacer gracia al rey saliendo así bien del lance.
Hemón:
Hijo de Creonte y Eurípides y el prometido de Antígona. Se opone a la decisión de su padre y le amenaza con una espada, después se marcha a donde está enterrada Antígona y se quita la vida.
Hemón se enfrenta a su padre, Creonte, al principio con palabras amables y protestas de cariño mutuo; pero terminarán enfurecidos por el odio y la pasión. Los argumentos del padre son los que ya conocemos: los hijos deben ser meras prolongaciones de los progenitores en el trato con amigos y enemigos; sería vergonzoso que Hemón transgrediera esta regla impulsado sólo por la pasión erótica que le haga esclavo de una simple mujer. Creonte no puede volverse atrás; la ciudad necesita orden, disciplina y no anarquía. Pero tales argumentos se lo ponen fácil a Hemón. Cómo él puede salir y entrar de casa cuando quiera, posee más datos sobre la opinión pública, favorable a Antígona, que el déspota aislado en su palacio sin otro interlocutor que los aduladores del coro. Intenta convencer a su padre que cree saberlo todo y nunca se doblega. Ante la irracionalidad de su padre por el amor que siente sobre Antígona y por los principios que representa se quita la vida cuando descubre muerta a su amada.
Tiresias:
Es un anciano, vidente de Creonte. Es al
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