Arquetipos De Antígona

Los ARQUTIPOS en Antígona

Luego de una previa lectura al texto de Joaquín García-Huidobro, acerca de los “arquetipos” presentes en Antígona señalaré bajo qué criterios actuaba cada personaje descrito en la tragedia sofoclea, Antígona.

CREONTE, EL TERCO TIRANO: en su aire de superioridad en todo aspecto y con su objetivo fuerte sentido de la “responsabilidad” en cuanto a la búsqueda del bien para la Polis, Creonte busca consagrar su poder con leyes que cree justas, o por lo menos adecuadas en virtud del bien común. Pero su temperamento, fuerte y firme, no lo deja admitir errores en caso de cometerlos, ya que su palabra es ley fiel a su personalidad, y esto le jugará una mala pasada y perfectamente lo observamos a lo largo de la tragedia, su obstinación y terquedad terminará con la vida de tres personas, su ley, con la de Antígona, su obstinación con la de Hemón y la decepción con la de Eurídice.

HEMÓN, EL JUSTICIERO: es éste personaje, hijo de Creonte, el que de cierta manera sirve de conciencia a su padre, aunque siempre sin fortuna. Se ocupó de darle a entender que estaba pasando a llevar su relación con los dioses porque su dictamen no era justo y de paso, salvar a su amada Antígona. Siempre se mostró firme en llevar la contra a su padre, pues sabía que su causa era justa. Como dice García-Huidobro, es un representante junto a Antígona de la justicia divina.

EL GUARDIA, “VIVIENDO EL DÍA A DÍA”: es un fiel representante del que tan solo actúa por orden de otros, y no por propia voluntad. Su función no es velar por la justicia, ni por la verdad, sólo se limita a acatar órdenes con el fin de sobrevivir, que es lo que mueve a mucha gente hoy en día. Se le dio una orden, evitar sepultura a Polínices, el sólo cumplió su deber. “Esté bien o no?, bah! Solo quiero mi sueldo…..”.

ISMENA, “LA DESESPERANZA”: Ismena, la hermana de Antígona, representa a los que han perdido la esperanza. Para ella, todo está por encima de ellas, y nada pueden hacer para cambiarlo. Prefiere abortar la misión de sepultura a su difunto hermano. Pues nada se puede hacer contra la decisión de un tirano, además da a entender a su hermana que el simple hecho de ser mujeres, acaba con cualquier intento de lucha contra los hombres “…dado que estamos gobernadas por quienes son más poderosos, debemos obedecerlos en esto, incluso en cosas más dolorosas”.

EL CORIFEO, “LA VOZ DEL PUEBLO”: su posición es ambigua, pues representa la voz de la asamblea que en el fondo, es la del pueblo mismo. Está del lado de Creonte en el triunfo de Tebas, pero recrimina su decisión cuando comete errores, en el caso de la tragedia de Sófocles, su postura ante el entierro de Polínices y cumple un rol de consejero. También, sin frutos, da su negativa ante la causa de Antígona y le da a entender

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