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Arte Cristiano


Enviado por   •  1 de Abril de 2014  •  2.797 Palabras (12 Páginas)  •  1.503 Visitas

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INDICE

INTRODUCCIÒN………………………………………………………….……03

DESARROLLO………………………………………………………………….04

CONCLUSIÒN……………………………………………………………..……13

ANEXOS………………………………………………………………………….14

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………..15

ARTE CRISTIANO

Es el arte religioso del cristianismo, las obras de arte inspiradas por sentimientos religiosos cristianos, o creadas para ilustrar, suplementar y representar en una forma tangible el mensaje cristiano.

Al ser el cristianismo la religión dominante en la civilización occidental desde el siglo IV, el arte cristiano se identifica con la mayor parte de las producciones artísticas de la Edad Media en Europa y siguió siendo muy importante durante toda la Edad Moderna, además de extenderse geográficamente. La secularización de la sociedad ha restringido al arte cristiano dentro de las principales corrientes artísticas de la Edad Contemporánea.

Como arte sacro, para los creyentes el arte cristiano tiene como fin esencial el culto. Edificios, imágenes y objetos litúrgicos se consagran, con lo que dejan de ser simples obras de arte. Desde el cristianismo primitivo, y sobre todo en la Edad Media, los templos y monasterios se identificaban con las reliquias de los santos y mártires que contenían y que los denominaban. No sólo las reliquias o las denominadas vera icon ("verdaderas imágenes" de Cristo), sino muchas otras imágenes, adquirieron fama de milagrosas y suscitaron peregrinaciones; llegando a extremos de religiosidad popular que suscitó discrepancias entre el propio clero, pues mientras unos defendían la virtud de estas devociones, otros las condenaban por supersticiosas o incluso idolátricas.

Casi todos los grupos cristianos usan o han usado de alguna manera el arte; aunque la importancia que se da al arte y a los distintos artes, así como a los medios, estilos y representaciones usadas difiere notablemente entre católicos y protestantes. Incluso la música religiosa y la arquitectura religiosa, a pesar de ser vehículos más abstractos, expresan de forma evidente las diferencias o cualquier mensaje que se pretendiera incluir (a través del canto litúrgico o de las formas arquitectónicas alegóricas -elipse abierta de la Plaza de San Pedro-).

Las artes figurativas (pintura religiosa y escultura religiosa), que son rechazados de forma radical por los movimientos iconoclastas, se emplean de forma también distinta; a pesar de que los temas son en gran parte comunes: la representación del ciclo de la vida de Cristo y algunos ciclos del Antiguo Testamento. Las representaciones de los santos son más abundantes en el catolicismo, el anglicanismo y la Iglesia ortodoxa; aunque no están ausentes de los altares luteranos.

Cada pieza de arte cristiano, sin importar el medio, o el personaje, evento, pasaje bíblico (las pericopas, las parábolas) o concepto específico que represente, suele contener símbolos identificativos de la rama del cristianismo que lo produjo. A pesar de que existen algunos referentes comunes, conceptuales (amor -agape- y salvación como vida verdadera o vida eterna y triunfo sobre la muerte), textuales (la Biblia) o icónicos (la Cruz, las Imágenes de Jesús); ninguno de ellos tiene en realidad una total identidad, ni una lectura o interpretación común, lo que se expresa también en formas diferenciadas, a veces sutilmente, pero de manera suficiente como para que cada grupo identifique las suyas y considere ajenas y heterodoxas las de los demás: ni la Biblia es la misma, ni en las partes que sí coinciden su lectura coincide, ni el amor cristiano significa lo mismo, ni la salvación se consigue de la misma forma, ni la cruz se construye de la misma manera.

No obstante, la iconografía se centra en los mecanismos identificativos internos: cada rasgo facial (si el apóstol tiene barba o es calvo), cada color (si la túnica de Cristo es roja o el manto de la Virgen azul lo habitual, aunque no es inusual utilizar otros, por criterios conceptuales, estéticos, y hasta económicos-, si se emplea el dorado para el fondo o los nimbos además de su uso como colores litúrgicos-), cada sutil gesto de las manos (que oran, bendicen, acarician, ofrecen, oran, rechazan, señalan, etc.), cada objeto o parte del entorno, están convencionalmente fijados (a veces hasta negociados prolijamente en los documentos contractuales que se firman entre comitente y artista) y repetidos a lo largo de la milenaria historia del arte en el cristianismo.

ARTE PALEOCRISTIANO

El arte cristiano es casi tan antiguo como el cristianismo, las imágenes cristianas más antiguas conservadas datan de alrededor del año 70 d. C. y se encuentran registradas entre los hallazgos arqueológicos de la iglesia de Megiddo. Esta temprana proliferación de imágenes, aunque no conservadas en su totalidad, nos proveen con registros arqueológicos acerca del inicio del cristianismo y su evolución.

Las esculturas cristianas más antiguas corresponden a sarcófagos y datan de principios del siglo III.

En arquitectura, a finales del siglo IV y a comienzos del siglo V apareció una tendencia a suprimir las iglesias de formas irregulares para remplazarlas por iglesias de forma regular, es decir, basílicas regulares, de tres naves con un ábside en uno de los lados menores y en el otro lado menor la entrada frente al coro. Así, en todo el Imperio quedó asociado el concepto de iglesia con el de basílica.

Con la cristianización del Imperio a partir de Constantino surgió la necesidad de utilizar edificios públicos de gran capacidad para el culto.

Los templos de culto paganos preexistentes no servían porque las procesiones y sacrificios se celebraban al aire libre y en el interior sólo estaba el altar del dios. Las nuevas iglesias cristianas necesitaban un espacio de mayor envergadura para contener a los fieles que se acercaban a orar dentro del

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