Autocracia

En el presente ensayo me he propuesto tratar un tema tan cuestionado, discutido y hasta censurado, como lo es "la eutanasia", una pequeña palabra pero que ha abarcado por mucho tiempo cuestionamientos y formas de pensar diferentes alrededor de la vida.

Me he asesorado de forma muy general a través de medios escritos que presentan sus diferentes formas de ver el tema, para de esta forma saber interpretar las diversas opiniones como se ve el tema en diferentes modos de pensar.

Eutanasia es un término, que si bien en nuestra sociedad tiene una carga emotiva de tipo negativo, paradójicamente, deriva de las voces griegas eu (buena) y thanatos (muerte). Es decir, hace alusión a un bien morir, lo cual, se entendería como una muerte digna sin sufrimientos innecesarios y en las mejores condiciones.

Cabe destacar que, dependiendo de las voluntades en juego, la eutanasia puede clasificarse en voluntaria e involuntaria.

Así mismo me propongo dar a conocer la indignación que sufrieron los niños con discapacidades mentales en Alemania durante la segunda guerra mundial.

LA EUTANASIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

¿Se justifica morir por discapacidad o enfermedad mental?

El mayor reto al que se enfrenta una persona en determinado momento de la vida es el haber vivido bien y aceptar la llegada de la muerte, cuando es así la persona desea y espera que sea en la viejez de una manera tranquila y sin dolor. Para continuar con este ensayo unos conceptos básicos de eutanasia:

¿Qué es la eutanasia? La palabra eutanasia viene del griego, así: eu = bueno, thanatos = muerte, Es el acto para evitar sufrimientos en seres humanos próximos a su muerte, acabándoles así con su vida ya sea con petición o sin su aprobación con el fin de morir sin dolor alguno.

La eutanasia se clasifica de diferentes formas:

Eutanasia directa: Adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable. Esta a su vez posee dos formas:

• Activa: Consiste en provocar la muerte de modo directo. Puede recurrirse a fármacos que en sobredosis generan efectos mortíferos.

• Pasiva: Se omite o se suspende el tratamiento de un proceso nosológico determinado (por ejemplo una bronconeumonía), o la alimentación por cualquier vía, con lo cual se precipita el término de la vida. Es una muerte por omisión.

Eutanasia indirecta: es la que se verifica cuando se efectúan, con intención terapéutica, procedimientos que pueden producir la muerte como efecto secundario. Por ejemplo, la administración de analgésicos narcóticos para calmar los dolores. Los mismos, como efecto indirecto y no buscado, provocan disminución del estado de conciencia y posible abreviación del período de sobrevivencia. Aquí la intención, sin duda, no es acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, y lo otro es una consecuencia previsible pero no perseguida.

Incluso al hablar de este tema genera opiniones religiosas, morales, filosóficas, psicológicas entre otras y con todas estas opiniones nos hemos preguntado ¿Dónde está la ética? Es importante mencionar La iglesia católica, y la opinión de Pío XII es la de considerar legítima la práctica de aplicación de calmantes que indirectamente pudiesen abreviar la vida del paciente próximo a la muerte.

Hay un documento importante de la Doctrina de la Fe del 5 de mayo de 1980 en el que los puntos más importantes serían los siguientes: Restringiría el nombre-auténtica eutanasia:<< para mí, aun admitiendo que pueda haber situaciones, grises, donde no está clara la distinción eutanasia sería la acción médica que por razones calificadas de piadosas o humanitarias actúa de tal manera que pone fin a la vida del paciente: sobredosis de morfina, solución de cianuro, etc. Esto sería la auténtica eutanasia. >> Dr. Javier Gafo: Sacerdote jesuita. Doctor en Moral y Licenciado en Biología. Director de la Cátedra de Bioética, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, en la revista médica de Uruguay.

Este documento de la Iglesia no acepta la auténtica eutanasia se afirma la inviolabilidad de la vida humana: nadie puede atentar contra la vida de un Inocente. (El Concilio Vaticano II por su lado también ha condenado muy duramente la eutanasia. La Iglesia condena la eutanasia para eliminar radical- mente los sufrimientos, para evitar sufrimiento a los niños subnormales, a los enfermos mentales o los incurables, o para evitar la prolongación de una vida desdichada.)

Analizándolo desde el punto de vista moral, la eutanasia es el medio por el cual un paciente con una enfermedad terminal que esté pasando por un sufrimiento insoportable pueda morir con dignidad y tranquilidad sin tener que soportar un sufrimiento que degradar su condición física y espiritual.

La eutanasia es un problema insistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas. No planteaba problemas morales en la antigua Grecia: la concepción de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida.

Asimismo, Durante la segunda guerra mundial se creó la eugenesia nazi este programa consistió en una serie de políticas sociales que situaron a la mejora de la raza por medio de la eugenesia en el centro de sus preocupaciones. Estuvo dirigido a aquellos seres humanos que los nazis identificaron como una "vida indigna de ser vivida” ,incluyendo pero no limitado a los delincuentes, enfermos mentales, discapacitados físicos, disidentes políticos, pedófilos, homosexuales, haraganes, dementes, religiosos y débiles, para la eliminación de la cadena hereditaria.

Fue así, como en el año 1939 el gobierno nazi recibió una curiosa petición por parte de una familia alemana: solicitaban el permiso para acabar con la vida de uno de sus hijos, el cual estaba impedido. Tras producirse este suceso, Hitler autorizó un programa para acabar con miles de niños con deficiencias.

Del mismo modo la voz del experto «Pronto también la eutanasia se convirtió en un medio eficiente para acabar con aquellos que los nazis consideraban lacras sociales. Era habitual que a los miembros de las Juventudes Hitlerianas se les llevara de “excursión” a las instituciones mentales para que vieran la situación en la que se encontraban los enfermos (…). Además, les explicaban el enorme coste que suponía para el Estado mantenerlos con vida», explica el periodista Óscar Herradón «La Orden Negra. El ejercito pagano del III Reich».

De esta forma,

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