Bartleby en la Redacción Ensayo

Bartleby en la redacción

Sería ingenuo pensar que un país marcado por la corrupción y avasallado por el imperialismo yanqui permita de alguna forma la libertad social. E.U. controla cada aspecto de la economía de México, impone tácticas neoliberales que benefician solamente a la clase burguesa principalmente de sus connacionales. Y para poder implementar eficientemente estas estrategias se debe aculturalizar el país, promoviendo falsas ideologías y precipitando a la sociedad a un estado de consumo.  Es importante comprender estas características de nuestra sociedad porque es ahí donde se encuentra el verdadero problema de la libertad y de la información.

Somos un país subdesarrollado y los ciudadanos se le instruye durante toda su vida a ser mano de obra por lo que solo ofrece servicios que no generan riqueza, y esto se debe en mayor parte a los políticos que se encuentran coludidos con los empresarios atentando contra la soberanía y riqueza nacional.

Por lo tanto la información destinada a la sociedad es de baja calidad ya que a ningún grupo de poder le convendría tener una sociedad crítica y libre. Esto nos indica que la prensa en México está controlada por las empresas que promueven el consumo y las noticias sensacionalistas sirven de distracción. Muchos periódicos o  incluso periodistas brindan información incompleta y dan opiniones tendenciosas que disfrazan la realidad de los hechos. En cuanto a criticas de política estas son dosificadas y a veces satirizadas que sirven de “válvula de escape” que impida que la sociedad estalle.

Existen aún periodistas objetivos que buscan la verdad de los hechos para ofrecer información de calidad, pero lamentablemente son perseguidos y asesinados por los grupos de poder que se mueven el a clandestinidad dejándolos con solo 2 opciones arriesgar su vida por ejercer su derecho de libertad o formar parte de las filas de la farsa, la burla y el engaño.

La sociedad de la información

El concepto de "sociedad de la información", nacido bajo los preceptos de la globalización neoliberal, sobreentiende que, en adelante, serán las "revoluciones tecnológicas", las que determinen el rumbo del desarrollo; los conflictos sociales serían cosa del pasado. Por lo mismo, este concepto no es el más adecuado, ni para cualificar las nuevas tendencias de las sociedades, ni mucho menos para describir un proyecto contrahegemónico de sociedad.

Nuestro planteamiento es que, más allá de debatir lo apropiado de tal o cual término, lo fundamental es impugnar y deslegitimar cualquier término o definición que refuerce esta concepción tecnocéntrica de la sociedad. No pretendemos aquí proponer una fórmula alternativa, sino, más bien, poner a consideración algunos criterios para alimentar el debate. Primero, acogemos la noción de que cualquier referencia a "sociedades" debe ser en plural, reconociendo la heterogeneidad y diversidad de las sociedades humanas. Ello implica también reafirmar la conveniencia de que cada sociedad se apropie de las tecnologías para sus prioridades particulares de desarrollo, y no que deba adaptarse a ellas para poder acceder a ser parte de una supuesta sociedad de la información predefinida. Segundo, afirmamos que cualquier definición que use el término "sociedad" no puede describir una realidad circunscrita a Internet o a las TIC. Internet puede ser un nuevo escenario de interacción social, pero esta interacción es estrechamente integrada al mundo físico, y los dos ámbitos se transforman mutuamente. Y por último, apostamos por un proyecto de sociedad donde la información sea un bien público, no una mercancía, la comunicación un proceso participativo e interactivo, el conocimiento una construcción social compartida, no propiedad privada, y las tecnologías un soporte para todo ello, sin que se conviertan en un fin en sí.

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