Carlos Maria De Bustamante

Alumno: Solís López Carlos

Profesora: Guedea Rincón Gallardo Virginia

Carlos María de Bustamante

Es menester considerar la figura de Bustamante como una de las más importantes de la historiografía mexicana del siglo XlX, destacándose dentro de la producción su obra: Cuadro histórico de la revolución mexicana, comenzada en 15 de septiembre de 1810 por el ciudadano Miguel Hidalgo y Costilla, cura del pueblo de Dolores en el obispado de Michoacán, que sería publicada por primera vez en forma de cartas semanales entre 1821 y 1827, posteriormente entre 1843 y 1846 saldría a la luz pública una nueva edición corregida y aumentada.

Dentro de las fuentes utilizadas para la elaboración de su trabajo podemos encontrar: referencias de ciertos personajes que se acreditan como testigos presenciales de los acontecimientos y que Bustamante catalogaría como fuentes fidedignas, así como algunos fragmentos recuperados de la correspondencia que sostuviera el bando realista con la capitanía general ( Antonio Moran como oficia mayor). Por otro lado a menudo se cita la Gaceta de México y el Diario de México, sin olvidar por supuesto el acercamiento que tuvo al archivo del virreinato que sin lugar a duda le representó una importante fuente documental.

En un Intento por establecer un paragón con otro personaje eminente por su valiosa producción historiográfica decimonónica: Lucas Alamán, pareciera que ambos conceden una importancia mayúscula al hecho de ser testigos presenciales de un buen número de los acontecimientos que nos están relatando, aspecto en el que harán énfasis y que la a la vez será utilizado como argumento para respaldar la validez de su trabajo, en este sentido podemos afirmar que ambos ponderan la experiencia por encima de la teoría.

Es posible distinguir en Bustamante un objetivo claro que lo conduce a escribir su obra y que será motivo principal de sus preocupaciones, mismas que son reveladas en los albores de su prologo:

Notaba con sentimiento que las personas que fueron testigos presénciales, y que habían sobrevivido á tan grandes acontecimientos (la guerra de independencia), iban desapareciendo rápidamente y que á vueltas de pocos años se encontrarían muy pocas capaces de instruirnos con verdad de lo mismo que vieron, ó que trastornándoles el decurso del tiempo la memoria circunstanciada de los sucesos, los referirían diminutos é inexactos en la mayor parte Alléguese á lo dicho que muy poco o casi nada se había impreso de lo que pudiera dar honor á los americanos

Así pues temía un posible abandono de los mexicanos hacia los héroes que forjaron la independencia, por lo que buscaría que sus recuerdos y honor perduraran sin los trastornos que el tiempo o la mala fe hacen

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