Charles Sanders Peirce
carlalunita25 de Octubre de 2012
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Charles Sanders Peirce
Nacimiento 10 de septiembre de 1839
Cambridge, Massachusetts
Estados Unidos
Defunción 19 de abril de 1914
(74 años)
Milford, Pensilvania
Estados Unidos
Ocupación
Filósofo, lógico, científico
Charles Sanders Peirce (pronunciado /ˈpɜrs/ purse en inglés)1 (Cambridge, Massachusetts, 10 de septiembre de 1839 - Milford, Pensilvania, 19 de abril de 1914) fue un filósofo, lógico y científico estadounidense. Es considerado el fundador del pragmatismo y el padre de la semiótica moderna.
Biografía
Sus padres fueron Sarah y Benjamin Peirce, profesor de astronomía y matemáticas en Universidad Harvard. Aunque se graduó en química en la Universidad Harvard, nunca logró tener una posición académica permanente a causa de su difícil personalidad (tal vez maniaco-depresiva), y del escándalo que rodeó a su segundo matrimonio después de divorciarse de su primera mujer, Melusina Fay. Desarrolló su carrera profesional como científico en la United States Coast Survey (1859-1891), trabajando especialmente en astronomía, en geodesia y en medidas pendulares. Desde 1879 hasta 1884 fue profesor de lógica a tiempo parcial en la Universidad Johns Hopkins. Tras retirarse en 1887, se estableció con su segunda mujer, Juliette Froissy, en Milford (Pensilvania) donde murió de cáncer después de 26 años de escritura intensa y prolífica. No tuvo hijos.
Para los hispanoparlantes no deja de ser sorprendente que desde 1890 Peirce añadiera un "Santiago" a su nombre y utilizara con alguna frecuencia para su firma la de "Charles Santiago Sanders Peirce". Puede encontrarse una detallada explicación al respecto aquí (en inglés).
Obra y valoración crítica
Peirce publicó dos libros, Photometric Researches (1878) y Studies in Logic (1883), y un gran número de artículos en revistas de diferentes áreas. Sus manuscritos, una gran parte de ellos sin publicar, ocupan cerca de 80.000 páginas. Entre 1931 y 1958 se ordenó temáticamente una selección de sus escritos y se publicó en ocho volúmenes con el nombre de Collected Papers of Charles Sanders Peirce (generalmente citado por volumen [punto] párrafo, en la forma "CP x.y"). Desde 1982, se han publicado además algunos volúmenes de Writings of Charles S. Peirce: A Chronological Edition (volumen [dos puntos] página: "W x:y"), que aspira a alcanzar treinta volúmenes.
William James reconoció a Charles Peirce como fundador del pragmatismo. El pragmatismo, como Peirce lo describía, puede entenderse como un método de resolver confusiones conceptuales relacionando el significado de concepto alguno con un concepto de las concebibles consecuencias prácticas de los efectos de la cosa concebida (CP 8.208) — las implicaciones imaginables para la práctica informada. El significado de un concepto es general y consiste no en los resultados individuales hechuales mismos sino en el concepto general de los resultados que ocurrirían. Sin ninguna duda, esta teoría no guarda ninguna semejanza con la noción vulgar de pragmatismo, que connota una burda búsqueda del beneficio así como la conveniencia política. En cambio, el pragmatismo de Peirce es un método de experimentación conceptual, hospitalario para la formación de hipótesis explicativas, y propicio para el uso y la mejora de la verificación. Típico de Peirce es su interés en la formación de hipótesis explicativas como fuera de la alternativa fundacional habitual entre el racionalismo deductivista y el empirismo inductivista, aunque Peirce fue un lógico matemático2 y un fundador de la estadística.3
Peirce es también considerado como el padre de la semiótica moderna: la ciencia de los signos. Más aún, su trabajo —a menudo pionero— fue relevante para muchas áreas del conocimiento, tales como astronomía, metrología, geodesia, matemáticas, lógica, filosofía, teoría e historia de la ciencia, semiótica, lingüística, econometría y psicología. Cada vez más, ha llegado a ser objeto de abundantes elogios. Popper lo ve como “uno de los filósofos más grandes de todos los tiempos”. Por lo tanto, no es sorprendente que su trabajo y sus ideas acerca de muchas cuestiones hayan sido objeto de renovado interés, no sólo por sus inteligentes anticipaciones a los desarrollos científicos, sino sobre todo porque muestra efectivamente cómo volver a asumir la responsabilidad filosófica de la que abdicó gran parte de la filosofía del siglo XX.
La filosofía de Peirce incluye:
un sistema pervasivo de tres categorías (primero, calidad de sentimiento; segundo, reacción, resistencia; tercero, representación, mediación) (CP 1.545–559, 5.66–81, 88–92);
la creencia de que la verdad es inmutable y es a la vez independiente de las opiniones particulares (falibilismo) y capaz de ser descubierta (ningún escepticismo radical) (CP 5.388–410);
la lógica, como la semiótica formal,4 sobre signos, sobre argumentos, y sobre los métodos de investigación (CP 1.180–202) — incluyendo el pragmatismo filosófico (que él fundó), también una doctrina de sentido común crítico (CP 5.438–63, 497–525), y el método científico; y
en la metafísica:
el realismo escolástico (CP 5.93–101, 8.208),
la creencia en Dios (CP 6.452–85), la libertad (CP 6.35–65), y, a lo menos, una forma atenuada de inmortalidad (CP 7.565–78, 6.519–21),
un idealismo objetivo (pero no absoluto ni Kantiano) (CP 6.7–34), y
la creencia en la realidad de lo continuo y de tres cósmicos factores y principios evolucionarios: el azar absoluto (espontaneidad), la necesidad mecánica, y el amor creativo (CP 6.278–317).
En la obra de Peirce, el falibilismo y el pragmatismo pueden parecer que funcionan algo así como el escepticismo y el positivismo, respectivamente, en las obras de otros. Sin embargo, para Peirce, el falibilismo se equilibra con un anti-escepticismo y es una base para creer en la realidad del azar absoluto y de la continuidad (CP 1.141–75), y el pragmatismo somete a uno a la creencia anti-nominalista en la realidad de lo general (CP 5.429–35).
Sin embargo, Charles S. Peirce no debería ser considerado principalmente como filósofo o como lógico, sino como científico, tanto por su formación como por su carrera profesional. Sus informes a la Coast Survey son un testimonio notable de su experiencia personal en el duro trabajo de medir y obtener evidencias empíricas. Una mirada a esos informes oficiales o a sus Photometric Researches producidos en los años 1872-1875 proporciona una vívida impresión de trabajo científico sólido. Como escribió Max Fisch, «Peirce no era meramente un filósofo o un lógico que ha estudiado cuestiones científicas. Era un científico profesional con todo derecho, que llevó a su trabajo las preocupaciones del filósofo y del lógico».
Aunque Peirce fue un filósofo sistemático en el sentido tradicional de la palabra, su obra aborda los problemas modernos de la ciencia, la verdad y el conocimiento a partir de su propia experiencia como lógico y científico experimental que trabajaba en el seno de una comunidad internacional de científicos y pensadores. Aunque realizó importantes contribuciones a la lógica deductiva, Peirce estaba principalmente interesado en la lógica de la ciencia y, más especialmente, en lo que llamó abducción (como complemento a los procesos de deducción e inducción), que es el proceso por el que se genera una hipótesis, de forma que puedan explicarse hechos sorprendentes. Peirce consideró que la abducción estaba en el corazón no sólo de la investigación científica sino de todas las actividades humanas ordinarias.
Una dificultad en el estudio de Peirce es que la interpretación del pensamiento de Peirce ha provocado durante años un amplio desacuerdo entre los estudiosos peirceanos, debido en parte a la presentación fragmentaria y caótica de su obra en los Collected Papers y en parte a su ir contracorriente. El hecho es que Peirce no es un filósofo fácil de clasificar: algunos lo consideraron un pensador sistemático, pero con cuatro sistemas sucesivos, otros lo vieron como un pensador contradictorio, o como un metafísico especulativo de tipo idealista. Sin embargo, en años más recientes ha comenzado a ganar aceptación general una comprensión más profunda de la naturaleza arquitectónica de su pensamiento y de su evolución desde sus primeros escritos en 1865 hasta su muerte en 1914. En la última década todos los estudiosos peirceanos han reconocido claramente la coherencia básica y la sistematización del pensamiento de Peirce.
Véase también:
Razonamiento abductivo
Falibilismo
Concepción de la ciencia
Las afirmaciones de Peirce sobre la naturaleza de la actividad científica tienen una sorprendente continuidad con las discusiones contemporáneas en epistemología, metodología y filosofía de la ciencia, sobre todo por el énfasis que puso en el carácter social y comunitario de la ciencia. Sin duda, algunas de las manifestaciones de su absoluta confianza en el progreso científico resultan hoy en día anacrónicas. Peirce era un hombre del siglo XIX y, en consonancia con el espíritu de su época, tenía una fe casi religiosa en la capacidad de la ciencia para descubrir la verdad. En este sentido, Peirce era un firme defensor de una aproximación científica a la filosofía. Es más, en cierto modo Peirce quería transformar la filosofía en una ciencia estricta, hacer de la filosofía una “filosofía científica”, no sólo en los ámbitos de la lógica y la epistemología, sino
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