Cipolla Entre La Historia Y La Economia

En este texto, Cipolla intenta explicar a fondo las diferencias existentes entre la economía y la historia económica, y el objeto de estudio de cada una de estas ciencias. La economía, en primer lugar, pretende analizar y estudiar las leyes que rigen en las economías actuales, analizando los mercados del pasado para unos fines que tienen que ver con el futuro económico de una comunidad. La historia económica, por otro lado (y con una definición que nos da Cipolla en su libro), “es el estudio de los hechos económicos del presente y pasado a escala individual o colectiva”.

A pesar de realizar un paralelo debidamente detallado entre ambas disciplinas a lo largo del texto, Cipolla habla en éste, en su mayor parte, de la labor que realiza el historiador económico apoyándose con algunos ejemplos mencionados a lo largo de la historia. Está claro que la economía no podría trascender sin un adecuado uso de la historia, ya que ésta no funciona como un experimento de laboratorio, donde se puede poner a prueba miles de veces una teoría sin importar el número de intentos fallidos, sino que por el contrario debe tomar datos de economías pasadas para observar en cuales sociedades tuvo éxito algún modelo y tenerlo en cuenta en un presente o futuro, como también abstenerse de usar aquellos que en determinado momento de la historia no funcionaron correctamente.

Según Cipolla, la piedra angular no sólo de la historia económica, sino también de cualquier otro enfoque en la historia, son las fuentes: si no se cuenta con una fuente de datos verídica el escrito al que se le llama “texto histórico” es una falacia. Es indispensable recalcar la importancia del uso de fuentes cuya fiabilidad haya sido establecida previamente; porque más que escribir, el verdadero trabajo del historiador económico está en la búsqueda de buenas fuentes. Y es una labor difícil debido a la escasez de ellas, puesto que las personas del pasado, al igual que las del presente, no viven sus vidas en función de facilitarle pruebas a las generaciones futuras de cómo, en realidad, sucedieron las cosas en el momento estudiado.

El texto resulta ser bastante interesante para un público que no esté familiarizado con la historia económica, ya que el autor arroja datos, que aunque son básicos de la disciplina, sirven de base para entender su objeto de estudio, su funcionamiento, y demás detalles que intervienen sobre ésta ciencia interdisciplinaria.

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