Civilización occidental Reseña – El hombre medieval

Pontificia Universidad Javeriana
Facultad de Comunicación y Lenguaje

Civilización occidental

Santiago García Hernández

Reseña – El hombre medieval

A lo largo de la historia el hombre se fue transformando y en este periodo histórico no fue la excepción, el modelo de humano se fue determinando a causa de la religión. Por lo anterior se juega con dos imágenes del hombre, una imagen positiva el cual es pensado como el semejante a Dios, el ser divino; y esta la imagen negativa la cual es la del ser pecador que cede ante la tentación. A finales del siglo XIII, el ideal de el hombre era el cual llegaba a cargos de poder. En esta época, cobra importancia la concepción de que el hombre que sufre es divino.

En el primer capítulo abordan el tema de los monjes, estos eran hombres de cultura, elitistas, contrastando con los laicos. La vida de estos hombres seguía una jerarquía de moralidad, personificando los modelos de disciplina y obediencia. En su oficio buscaban a Dios por medio de la soledad y la oración, persiguiendo así su propia salvación y perfección personal. Los monjes practicaban tres actividades esenciales las cuales eran el oficio divino que consistía en liturgias diurnas y nocturnas, por otro lado, estaba el trabajo manual en el cual le suministraban a la comunidad medios para la subsistencia y también servían como una forma de oración; y la última labor era la lectura y meditación solitaria. Entre los hombres de poder eran vistos como intermediarios y consejeros y a su vez, eran los más aptos para convertirse en santos.

Los monjes habitaban en los monasterios, aquí se llevaba a cabo la actividad espiritual de la edad media, poseían varios recursos naturales ya que albergaban a un buen número de monjes por lo que se ubicaban en zonas fértiles o cercanas a ríos.

Por otro lado, están los marginados, estas personas eran considerados como un desterrado (equivalente a la muerte en la Edad Media), se era marginado a causa de llevar a cabo oficios deshonestos en estos entran los juglares, las prostitutas y los usureros, aunque también entraban en este grupo los enfermos e inválidos. También es importante resaltar que la persona marginada ha sido otorgada de un tipo de reinserción social, pero sufriendo de la violencia ciudadana. Durante los siglos XIV y XV los marginados se empiezan a organizar en bandas de vagabundos, de ladrones o de homicidas.

Le Goff, J. (1990). El hombre medieval. Madrid, España. Alianza Editorial

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